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Un Belén reciclado y comunal

Los vecinos de El Escorial, colocan cada año un nacimiento de 300 piezas a escala real

Esther Sánchez

Un Belén a escala natural, realizado por los vecinos de San Lorenzo de El Escorial con materiales reciclados, adorna las calles y plazas de la localidad hasta el 8 de enero. Las diferentes escenas de este original nacimiento ocupan 5.500 metros cuadrados y están formadas por más de 100 figuras humanas y 200 de animales. El montaje comenzó el 27 de noviembre, pero es una labor de muchos meses, que los sanlorentinos llevan a cabo después de finalizar su jornada de trabajo habitual. Todo se aprovecha, la lana de las ovejas es de colchones antiguos, los ropajes de los personajes son telas viejas y las figuras se hacen con papel de periódico encolado.Este año, además de las estampas bíblicas, se ha construido un templo romano junto a un pequeño pueblo de casas blancas. Mariano Blázquez, autor de la idea, intenta evidenciar así el poder del pueblo romano, con los soldados cargados de lanzas y corazas. También quiere llamar la atención sobre las diferencias sociales entre las dos poblaciones. Para ello, ha diseñado un grupo de cinco mujeres en una fuente, que representa unas termas romanas, un eunuco y otras figuras, que contrastan con las humildes casas y personajes del pueblo de Belén. El animal de mayor envergadura es un elefante de cuatro metros de altura, que sirve de cabalgadura a uno de los Reyes Magos.

No podía faltar el huerto con verduras naturales, que, según Carmina, un ama de casa que lleva dos años colaborando, "es tan auténtico que el año pasado las verduras hasta crecieron". En la construcción del nacimiento participan 40 personas, de todas las profesiones e ideologías. Así lo confirma otra de las autoras de la obra, Yolanda, que, grapadora en ristre, intenta adecentar las vestiduras a un soldado romano. "Aquí estoy trabajando con mi marido, que es abogado y que de esto no tenía ni idea, pero está encantado", comenta.

Blázquez consiguió sacar adelante el Belén hace cuatro años, aunque pensaba situarlo en la Lonja del Monasterio, para romper la dureza de su simetría, pero no obtuvo los permisos necesarios. Sin embargo, está muy satisfecho de lo que han conseguido entre todos. Subraya que le ha sorprendido la respuesta de la gente, porque creía que "San Lorenzo era un pueblo muy apático". Sólo hay un problema: el vandalismo de los chicos. "El año pasado incluso jugaron al fútbol con los animales", afirma. Este año ya se ha escuchado alguna amenaza de quemar las figuras, en vista de lo cual habrá dos vigilantes, apoyados por la policía y la guardia civil.

Las figuras son frágiles, la base es un esqueleto de varilla, que se recubre de tela. A continuación, se echan capas de papel de periódico empapado en cola hasta conseguir la forma deseada, y, finalmente, se pintan. Otras están talladas en corcho blanco, muy sensible a los puñetazos.

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Sobre la firma

Esther Sánchez
Forma parte del equipo de Clima y Medio Ambiente y con anterioridad del suplemento Tierra. Está especializada en biodiversidad con especial preocupación por los conflictos que afectan a la naturaleza y al desarrollo sostenible. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense y ha ejercido gran parte de su carrera profesional en EL PAÍS.

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