Así nos va
El 15 de diciembre, frente a la catedral compostelana nos reunimos el reducidísimo grupo habitual para condenar la última salvajada de ETA. También asiste hoy Camilo Nogueira, del BNG, que dos días antes se levantó y abandonó el Parlamento Europeo mientras Fernando Savater denunciaba a ETA y sus ideólogos.Formamos un grupo un tanto deprimente mientras a nuestro alrededor, asesinato tras asesinato, muchos ciudadanos se ajetrean indifirentes en sus cosas cotidianas. Nadie alza la voz contra Camilo Nogueira, ni un grito, ni un silbido, ni una protesta contra este parlamentario que no sabe que a los parlamentos se va a hablar y a escuchar. Esa tarde le envío una carta personal con una sillita de juguete de una casa de muñecas para que se siente cómodamente en su escaño. La silla es del tamaño que corresponde a su liliputiense ideología. Luego leo la prensa gallega de derechas y de izquierdas que me invita a su ración habitual de nacionalismo más o menos chic: desde la consigna sectaria del Departamento de Normalización de la Xunta "Entre nós, en galego", dirigida a los escolares que por lo visto sean reacios a renunciar a su castellano materno, hasta un artículo del presidente de la Real Academia Galega en el que se sientan las bases de la Nacionalidad Galega en el Alma del Pueblo, entidad invisible e intangible, inmutable a lo largo del tiempo y de la que al parecer somos meras emanaciones ectoplásmicas los gallegos individuales de carne y hueso.
En fin, lucidez y libertad por doquier. Así nos va.- Juan Campos Calvo-Sotelo. Santiago.
