La juez encarcela al padre de la joven que murió al caer de un quinto piso

Una familia normal

La juez sustituta del Juzgado de Instrucción número tres de Valencia decretó prisión provisional en la noche del miércoles para José O., de 41 años, horas después de ser detenido en su domicilio de Natzaret tras la muerte de su hija al caer desde el quinto piso. José O. prestó declaración ante la juez durante varias horas y a raíz de su testimonio sobre lo ocurrido se ha abierto causa por supuestas amenazas, malos tratos y homicidio.Junto al padre de la joven declararon también al menos otras cinco personas de la decena que fue trasladada a la comisaria en un primer momento. El resto, excepto el padre, quedó en libertad sin cargos. José, en cambio, fue trasladado a la prisión de Picassent pasada la medianoche. Aunque la juez ha decretado el secreto sumarial, todo apunta a que el padre de Noelia, la joven de 16 años fallecida, está de algún modo directamente implicado con la muerte ya que la juez ha encontrado indicios suficientes como para decretar la prisión preventiva.

Durante el día de ayer, la juez sustituta del Juzgado de Instrucción número tres no llamó a declarar a ninguna otra persona más en relación con el caso. Entre tanto, en el número 34 de la calle de Ignacio de Zuloaga de Valencia se vivió una jornada de dolor, estupor y rabia por lo ocurrido.

Noelia O. T. regresaba del instituto a su casa, como cada día, el pasado miércoles a la hora de comer. Alrededor de las tres de la tarde empezaron a escucharse fuertes golpes que provenían de la planta quinta del inmueble. Nadie hizo caso porque justo en la vivienda contigua a la que ocupaba Noelia se estaban realizando obras. Pero no eran las tareas de los obreros sino una discusión familiar el origen de los golpes. Pasaban pocos minutos de las cuatro cuando se oyó un estruendo en el patio de luces de la finca. Al asomarse algunas vecinas descubrieron en el suelo de la planta baja el cuerpo, aún con un hilo de vida, de Noelia. Su madre, que había salido a buscar ayuda, no pudo evitar lo peor. Cuando regresó a la vivienda su hija ya había fallecido.

Los vecinos del inmueble calificaban a la familia de "normal" y definían a la joven, la segunda de cuatro hermanos, de "encantadora y cariñosa". Nadie sabía de una situación de violencia continua en el hogar de Noelia. Como mucho, especulaban con que el padre hubiera perdido los nervios y no supiera que había hecho. Ayer, en cambio, alguna de las vecinas insinuaba que tal vez la convivencia no era tan armoniosa como parecía, aunque descartaban que la joven fuera problemática. "A veces hay que leer entre líneas y a todos nos parece que una cosa así nunca nos va a pasar. Pero cuando lo piensas dos veces y empiezas a recordar alguna conversación o alguna situación en la que no reparas, atas cabos", decía una vecina de la calle. La investigación sobre lo ocurrido sigue abierta. Lo único claro que ha trascendido es que efectivamente se produjo una fuerte discusión entre padre e hija y que ésta intentó esconderse por la casa en varias ocasiones por la violencia que esgrimía su progenitor. La clave de lo ocurrido está en los minutos previos al momento en que Noelia cayó al patio de luces desde una ventana.