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La temperatura de un cuásar muy distante corrobora el Big Bang

La medida se ajusta a la teoría de que el universo se está enfriando y expandiendo

Evolución

El universo, que nació hace unos 13.000 millones de años en condiciones de altísima temperatura, se está expandiendo y enfriando desde entonces. Éste es el modelo del Big Bang o Gran Explosión con el que los científicos explican la historia del cosmos. Si el universo se está enfriando, ahora debe estar más frío que en cualquier momento del pasado y un grupo internacional de astrofísicos lo ha comprobado para una época en que el cosmos tenía sólo la sexta parte de la edad actual, unos 2.200 millones de años. Es la medida de temperatura más lejana hecha hasta la fecha, porque mirar más lejos en el universo es mirar hacia atrás en el tiempo.Rahunathan Srianand y sus colegas del Centro Interuniversitario de Astronomía y Astrofísica en Pune, India, han logrado estos nuevos datos, que suponen un espaldarazo importante, aunque no revolucionario, a la teoría del Big Bang, haciendo observaciones con uno de los telescopios gigantes VLT del Observatorio Europeo Austral (ESO), en Chile. Los resultados de la investigación se publican hoy en la revista Nature.

Los científicos tienen calculada la temperatura que debe haber a diferentes distancias de la Tierra, es decir, a diferentes edades del universo, según el modelo de evolución del mismo. Y los datos de Srianand encajan muy bien en esa predicción. El cosmos, cuando tenía 2.200 millones de años debería, estar a 9,1 grados centígrados Kelvin (grados por encima del cero absoluto, que es 273 grados bajo cero) y la temperatura ahora medida está entre 6 y 14 grados kelvin.La primera medida de la temperatura del universo es un hito en la historia de la teoría del Big Bang. Fue en 1964 cuando se descubrió, por casualidad, que en el entorno de la Tierra, y de modo uniforme, hay una radiación de fondo (en el rango de las microondas) que corresponde a 2,7 grados Kelvin. Este descubrimiento encajaba estupendamente con una hipótesis muy atractiva para los científicos teóricos, aunque pareciese completamente disparatada, de un universo dinámico que crecía a partir de una gran explosión.

Ahora, los investigadores de Pune se han fijado en un cuásar, un objeto distante muy brillante, y han logrado medir los estados de energía de átomos de carbono de la nube de gas y polvo circundante. El análisis de los diferentes niveles de energía de los átomos de esa nube lejana ha permitido inferir la influencia del baño térmico en que se encuentran.

Los astrofísicos estiman las distancias cósmicas analizando la luz con un parámetro que se denomina corrimiento al rojo. Pues bien, las medidas de temperatura realizadas por Srianand de un universo más joven corresponden a un corrimiento al rojo de 2,34. "Estas medidas son interesantes, aunque no revolucionarias", comenta Juan García Bellido, profesor de física teórica de la Universidad Autónoma de Madrid, "porque hace tres años se habían realizado medidas similares de la temperatura en otro cuásar allí donde el universo tenía unos 2.500 millones de años, a un corrimiento hacia el rojo de 1,97".

"La teoría del Big Bang ha sobrevivido a una prueba crucial. La teoría tendría que haber sido abandonada si los astrónomos hubieran encontrado que las nubes tenían en tiempos pasados temperaturas diferentes de las predichas", escribe el astrofísico John Bahcall, del Instituto de Estudios Avanzados de Princeton (EE UU), en Nature.

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