"La Admnistración Bush no traerá nada bueno en ningún aspecto"
Samuel Shem es un escritor de éxito, con dos novelas sobre médicos en el mercado: el best-seller La casa de Dios, apodado como la biblia por los estudiantes de Medicina de los Estados Unidos, y Monte Miseria, la recién publicada en castellano por Anagrama. Tras este pseudónimo se esconde el psiquiatra Stephen J. Bergman, director de la sección clínica de la facultad de Medicina de Harvard, un hombre espigado que viste corbata de flores con calzado deportivo y promociona sus novelas con la habilidad de un personaje del mundo del espectáculo. Ayer habló en Bilbao durante cerca de una hora sobre Monte Miseria, intercalando chistes, contando anécdotas sobre su experiencia con los pacientes, y revelando su pésima opinión sobre el sistema médico estadounidense. Y está convencido, además, de que la situación no va a mejorar con la alternancia en la presidencia del país.
"La Administración de George Bush no traerá nada bueno en ningún aspecto", dijo al valorar la llegada de los republicanos a la Casa Blanca. "Bush es increíble; está a favor de las grandes compañías de seguros, cuando hay en los Estados Unidos 43.000.000 de personas que no tienen cobertura médica y aún más no tienen derecho a una asistencia psiquiátrica. Los seguros son enemigos de los médicos y de los pacientes".
Shem escribió Monte Miseria como una segunda parte de La casa de Dios, una novela que desde su publicación en 1978 ha conseguido vender más de dos millones de ejemplares y ser distinguida por la revista científica The Lancet como una de las dos mejores novelas sobre temas médicos del siglo XX. El estudiante de Medicina de la primera entrega elige en la segunda especializarse en psiquiatría. El autor no duda en revelar el final de la nueva novela: "Es un viaje de un joven doctor americano en prácticas que llega a asesino en el segundo libro".
Asegura que ambas obras nacen de su experiencia autobiográfica, excepto, precisa, en lo que se refiere al asesinato. "Son historias sobre como actúa la gente en las grandes instituciones", afirma. Temas serios que el estilo literario de Shem adorna con escenas de sexo y humor, y una corrosiva crítica a la forma en la que sus colegas ejercen la profesión. "Es un intento de resistir a la autoridad médica en Estados Unidos", asegura. La parte idealista de Shem dice que los psiquiatras son los médicos más humanos, los que deben curar el espíritu no la mente, aunque en su libro están más interesados en subir en el escalafón hospitalario que en atender a los pacientes.
Monte Miseria sólo ha tenido críticas negativas en las revistas de psiquiatría. "Es porque la verdad duele", concluye el escritor.
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