El Gobierno argentino reconoce que la ayuda del FMI "no hará milagros" en la economía
El Gobierno argentino reconoció ayer que la ayuda de 39.700 millones de dólares (7,3 billones de pesetas) del Fondo Monetario Internacional (FMI) para evitar la quiebra de la economía "no hará milagros", pero sí fue presentado como la base de la reactivación económica tras dos años de estancamiento. El anuncio no cambió el humor de los ciudadanos de a pie, pero fue bien recibido por los empresarios locales y por grandes inversores extranjeros, como el BSCH. No obstante, los industriales avisaron que "ahora el Gobierno tendrá que tener decisión para generar confianza".
El periódico Página 12, portavoz de los sectores de izquierda, titulaba ayer en portada con la pregunta que los ciudadanos se hacen en las calles: "¿Y a mí cuánto me toca?". El destacado analista Julio Nudler recogió a su vez en su comentario una ironía que ya es popular: "El submarino Kursk también estaba blindado". Las emisoras de radio recogían también las opiniones del público, que en su mayoría transmitían un evidente escepticismo. La resistencia de las centrales de trabajadores comenzó a manifestarse ayer, cuando los gremios que encabezan los dirigentes tradicionales realizaron una concentración en la Plaza de Mayo, frente a la sede del Ministerio de Economía y anunciaron la convocatoria a una próxima huelga de 48 horas. El secretario general de la CGT, Rodolfo Daer, reclamó "una mesa de concertación y de diálogo para alcanzar un blindaje social".
Por otra parte, Vicenzo Barello, presidente de la fábrica de automóviles Fiat en Argentina destacó "el paso adelante muy importante para el futuro del país en el corto y el mediano plazo". Amadeo Vázquez, director del BBVA Banco Francés, señaló que "el blindaje es una buena base, una condición necesaria pero no suficiente, ahora hacen falta medidas fiscales, suprimir impuestos y reducir el gasto público para alentar las inversiones y la competencia".
El portavoz del presidente Fernando de la Rúa se preguntaba, por su parte, "qué habría que hacer o decir ya para ratificar en su cargo al ministro de Economía, José Luis Machinea". De la Rúa abrazó a Machinea tras el anuncio y proclamó que ése era el ministro y el plan, pero ayer todavía algunos dudaban. Machinea reconoció que el "blindaje no hará milagros" pero "despejará la incertidumbre". Machinea llegará hoy a Nueva York para entrevistarse con inversores extranjeros.
Un miembro del equipo económico aseguró que "el 80% de las condiciones que exige el FMI ya se completaron y sólo resta la decisión del veto presidencial a los artículos del presupuesto que aumentan el déficit fiscal, la reforma de la ley de pensiones y la puesta en marcha de la desregulación del mercado de la salud".
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