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Medio Ambiente tramitó en tres años más de 200 transformaciones agrícolas

La superficie citrícola sigue creciendo

La Consejería de Medio Ambiente ha tramitado en apenas tres años y medio más de 200 expedientes de transformaciones agrícolas. Según Acción Ecologista Agró, la mayor parte de ellas se han plasmado en nuevos cultivos de cítricos en zonas donde no sobra el agua precisamente. Mientras desde la administración autonómica se argumenta que la Comunidad Valenciana ha puesto freno a la ampliación de regadíos, estas cifras superan el ritmo de crecimiento de la superficie citrícola entre 1990 y 1998.

La superficie total afectada por estas transformaciones oscila necesariamente, dadas las características de los expedientes, entre las 5.000 y las 20.000 hectáreas, aunque la Consejería de Medio Ambiente no ha facilitado los datos. Según la ley de Impacto Ambiental, de 1989, todas las transformaciones agrícolas que supongan actuar en parcelas de más de 25 hectáreas han de ser supervisadas por la consejería. Las que superan el kilómetro cuadrado (100 hectáreas) necesitan una declaración de impacto ambiental favorable y las que oscilan entre 25 y 100 hectáreas requieren un procedimiento abreviado, el de estimación de impacto ambiental. Desde enero de 1997 sólo consta en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV) que se hayan tramitado dos estudios de impacto ambiental. Pero hasta junio de este año se han superado los dos centenares, que, calculando las superficies mínimas y máximas posibles, afectan a entre 5.000 y 20.000 hectáreas.Evidentemente, escapan a este control de la Generalitat las transformaciones agrícolas consideradas pequeñas (sólo a efectos administrativos), las que afectan a parcelas menores de 25 hectáreas, una superficie similar a 25 campos de fútbol. Acció Ecologista Agró cree que si se tienen en cuenta todas las transformaciones que no requieren tramitaciones de impacto ambiental, la superficie total de nuevos campos de cultivo de regadío se ha disparado en los últimos años.

El ritmo ha sido constante. En 1997, a falta de los datos de marzo, que no figuran en el DOGV, se tramitaron 88 expedientes. En 1998 se elevaron a 62, por 67 el año pasado. Y sólo en los seis primeros meses de 2000 se han resuelto otros 31. Los expedientes afectan a casi todas las comarcas valencianas, pero las más afectadas son las de La Plana Baixa, La Plana Alta, Camp de Morvedre, La Costera, La Marina Alta, La Ribera Alta, Camp de Turia, La Canal de Navarrés, Alto Palancia, La Safor, Los Serranos y Valle de Cofrentes. Y municipios como La Vall d'Uixó y Onda, con más de una docena de expedientes, La Llosa y Callosa, con unas diez, y Barxeta, Pedralba, Sagunto, Adsubia, Enguera, l'Alcora, Tavernes y Segorbe, en torno a la media docena, son los más afectados por el fenómeno. Para Agró, el número de transformaciones reales en estos municipios es mayor.

Estas cifras agravan el estrés hídrico que sufre el campo valenciano. El Ministerio de Agricultura calcula que la superficie citrícola española aumenta a un ritmo de 10.000 hectáreas anuales. Sólo en la Comunidad Valenciana los cultivos cítricos aumentaron 13.000 hectáreas entre 1990 y 1998. Las transformaciones agrarias tramitadas por la Consejería de Medio Ambiente parecen indicar que la situación, lejos de frenarse, aumenta de forma incontrolada.

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