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Un cura especializado en sectas, apuñalado supuestamente por un grupo satánico

El asesor de la Conferencia Episcopal intentaba liberar a un adepto en Gandia

El sacerdote Priscilio Ruiz Picazo, asesor en materia de sectas de la Conferencia Episcopal Española y miembro de la Comisión Diocesana de Relaciones Interconfesionales, evolucionaba ayer satisfactoriamente en el hospital Sant Francesc de Borja de Gandia (Valencia), donde ingresó en la tarde del miércoles tras ser apuñalado por unos desconocidos. Tanto la policía como el Arzobispado de Valencia señalan que el vicario fue agredido por miembros de un grupo satánico al intentar liberar a un hombre que le pidió ayuda hace varias semanas.

Un experto

Priscilio Ruiz Picazo acudió el pasado miércoles al Puerto de Gandía siguiendo la pista de una secta a la que supuestamente pertenece un vecino de la ciudad que le pidió ayuda para salir de la organización. Minutos después de llegar a la zona, y según su declaración a la policía, dos individuos le apuñalaron por la espalda con un cuchillo de grandes dimensiones. A última hora de ayer, según una nota emitida por el arzobispado de Valencia, el sacerdote aseguraba ignorar si su agresor o agresores pertenecen o no a alguna secta y que tampoco podría identificarlos.El arzobispado de Valencia emitió ayer un comunicado oficial en el que ratificaba los hechos, aunque la Policía Nacional de Gandia, que ha asumido el caso, mantiene abiertas las investigaciones y no descarta otras hipótesis sobre el suceso.

Juan José Llorenç, responsable de la vicaría quinta del arzobispado de Valencia, a la que pertenece la parroquia de San José de Gandia, en la que Priscilio Ruiz Picazo se encuentra destinado desde el pasado mes de noviembre, aseguró ayer que todos los indicios apuntan a que los autores de la agresión pudieron ser miembros de un grupo sectario que realiza prácticas satánicas.

Según fuentes policiales, en la comarca de La Safor se contabilizan más de una decena de grupos que practican diferentes ritos, muchos de tipo satánico, y que operan como una secta. Las mismas fuentes, que al cierre de esta edición confirmaban que no se había practicado aún detención alguna, aseguraron que la petición de ayuda recibida por el párroco podría esconder intereses económicos, factor muy ligado a estos grupos. La investigación se centra en el entorno de la persona que recurrió al sacerdote.

La policía mantiene cierta cautela sobre el calificativo de secta. Según apuntan los especialistas, podría tratarse de un grupo de extorsión amparado en extrañas prácticas para captar adeptos a los que después chantajear. La investigación se mantiene abierta y no se descarta ninguna hipótesis.

Numeroso miembros de la diócesis a la que pertenece Ruiz Picazo acudieron durante todo el día de ayer al centro hospitalario donde el sacerdote se encontraba ingresado para interesarse por su estado.

El arzobispo de Valencia, Agustín García-Gasco, y el obispo auxiliar de Valencia, Jesús Murgui, conversaron telefónicamente con el sacerdote. Garía-Gasco animó al párroco a continuar su labor al frente de la Fundación Veritas.

El parroco, natural de Iniesta (Cuenca) y de 42 años de edad, es un experto en sectas y organizaciones religiososas, a cuyo estudio e investigación ha dedicado los últimos ocho años.Ruiz Picazo es, además, el promotor de la creación de la Fundación Veritas en el Arzobispado de Valencia, una entidad pionera en España en el estudio de sectas y nuevos movimientos religiosos, y constituida como centro permanente de documentación, reflexión, información e investigación en esta materia.

Este servicio se ocupa además de la asistencia a las víctimas de estas organizaciones y a sus familiares, y ha puesto en marcha los primeros convenios de cooperación con organismos internacionales dedicados a la investigación de sectas.

Según el arzobispado de Valencia, Priscilio Ruiz ya alertó cuando ultimaba la constitución de Veritas, de que era necesario que esta fundación "tuviera una cobertura legal máxima" ante el temor a la actuación de "sectas muy combativas con una capacidad de intimidación casi sin límites".

Durante 12 años Priscilio Ruiz estuvo destinado en la parroquia de L'Alquería de la Comtessa, hasta que el pasado 19 de noviembre fue trasladado a la iglesia de San José, en el barrio de El Raval en Gandia, ambos municipios de la comarca valenciana de la Safor. Los últimos ocho años, el sacerdote los ha dedicado al estudio de las sectas y nuevos movimientos religiosos, y en la actualidad es asesor en esta materia de la Conferencia Episcopal Española. Según Llorenç, en la actualidad, el arzobispado de Valencia ha confirmado, sólo en la comarca de la Safor, la existencia de quince organizaciones sectarias con la ayuda del trabajo realizado por Ruiz Picazo.

Miembros del Cuerpo Nacional de Policía de Gandia interrogaron por la mañana al sacerdote para esclarecer los hechos de la agresión. Priscilio Ruiz se encuentra ingresado en la planta de traumatología del centro hospitalario de Gandia y, probablemente, será dado de alta en los próximos días, según fuentes médicas.

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