Un informe interno de la UE admite el escaso papel de Prodi en Niza

Las heridas provocadas en Niza aún son muy recientes, y además algunos altos cargos de la Comisión Europea (CE) se empeñan en que tarden mucho en cicatrizar. El irlandés David O'Sullivan, secretario general de la Comisión y número dos del presidente Romano Prodi, ha elaborado un documento reservado en el que se reconoce el limitado papel que el jefe del Gobierno de la UE desempeñó en la cumbre de la presidencia francesa.

En el documento, titulado Breve resumen de las conclusiones del Consejo Europeo de Niza, O'Sullivan no deja títere con cabeza sobre lo ocurrido: Jacques Chirac actuó "debilitado"; el reparto de votos "envenenó la atmósfera" y se hizo "más por motivos políticos que por criterios objetivos"; "para la Comisión fue difícil jugar su papel"; "Bélgica amenazó con hacer estallar la cumbre"; Bélgica, Francia y Portugal "defendieron intensamente sus intereses nacionales", (...) Eso sí, señala que hubo los acuerdos suficientes como para poner en marcha la ampliación. De los comentarios ácidos tampoco se libra la propia Comisión por el escaso protagonismo que tuvo durante la cumbre: "Fue difícil para la Comisión jugar su papel normal como negociador honesto y guardián de los tratados, ya que estuvo mucho menos involucrada en la elaboración de las propuestas que en pasadas Conferencias intergubernamentales". De hecho, asegura, "la Comisión tuvo que establecer su propia red" de contactos para hacerse oír. El informe de O'Sullivan, fechado el día 11 en Niza, fue depositado en la Intranet de la CE un día después y sólo es accesible para los funcionarios de la Comisión. Las posibles consecuencias de su contenido fueron atajadas en parte ayer por el portavoz de la CE, Jonathan Faull, quien, tras reconocer que el Ejecutivo comunitario no jugó en Niza el papel que le correspondía, declaró que la única opinión oficial de la Comisión sobre lo ocurrido en la cumbre es la que dio el martes pasado Prodi ante el Parlamento Europeo. Faull declaró que "habrá que estudiar en el futuro el método de trabajo adecuado para que la Comisión juegue el papel que le corresponde".

El informe de O'Sullivan clasifica a los países en "ganadores" (Reino Unido y España) y "perdedores" (Bélgica, Portugal, Alemania y la propia Comisión). O'Sullivan, que fue jefe de Gabinete de Prodi hasta que se produjo la primera minicrisis de esta Comisión, no explica con detalle en qué se basa para hacer la citada clasificación. De hecho, llama la atención que sitúe entre los países "perdedores" a Alemania, cuando ha conseguido en Niza situarse, por primera vez desde que nació la UE, como el Estado con más poder de la Unión, por encima de Francia. Quizás el secretario general de la CE se refiera, aunque no lo hace explícito, al hecho de que ambos países seguirán teniendo el mismo número de votos, cuando la intención alemana era la de distanciarse.

"La mayor crisis", cuenta, se vivió durante las negociaciones para el reparto de los votos. Recuerda al respecto que un amplio grupo de países estaba a favor de un sistema de doble mayoría, defendido por la Comisión, pero que Francia estaba decidida a llegar a otra fórmula que, como la pactada, "está inevitablemente basada más en motivos políticos que en criterios puramente objetivos".

"El reparto de votos supuso el mayor estancamiento y acabó envenenando la atmósfera", sobre todo por la petición de separar a unos países de otros en ese reparto, "que fue favorablemente aplicada a España y negativamente a Bélgica". En efecto, España seguirá estando a sólo dos votos de los grandes (hoy 10 frente a 8, y en el futuro 29 frente a 27), mientras que Bélgica no logró evitar que Holanda acabara teniendo más votos (12 y 13, respectivamente, cuando los dos tienen ahora 5).