La esposa de un constructor testifica que el edil de Getafe le reconoció el cobro de comisiones

Un sobre

La sección decimoséptima de la Audiencia Provincial de Madrid continuó ayer con la tercera jornada del juicio en el que se investigan las supuestas comisiones percibidas por el ex concejal socialista de Obras del Ayuntamiento de Getafe José Antonio Serrano. El constructor y propietario de la empresa Praper, Enrique Álvarez Arana, está también acusado de haberle dado dinero entre 1988 y 1994 a cambio de conseguir adjudicaciones directas de obras municipales.En la sesión de ayer la mayoría de los testigos citados a declarar reconocieron los contactos que existían entre el gerente de la empresa, Enrique Álvarez Arana, y el ex concejal. También dejaron constancia de las buenas relaciones que mantenían el empresario y el ex edil, así como la existencia de comisiones a cambio de adjudicaciones directas de algunas obras municipales.

Según la esposa del empresario, M. A. H., el ex concejal había "reconocido en una ocasión" ante ella que "había aceptado" dinero de su marido "a cambio de adjudicarle [a éste] algunas obras". También señaló que ella misma descubrió en la caja fuerte de su domicilio "unos documentos manuscritos" de su esposo en los que éste explica su táctica con el Ayuntamiento de Getafe, y concretamente con el ex concejal Serrano, "para conseguir las adjudicaciones de las obras".

También la secretaria de una de las empresas de Álvarez Arana reconoció que personal del Ayuntamiento les llamaba "de vez en cuando" para "descender o aumentar un poco el presupuesto y poder conseguir la adjudicación de las obras". "Una de estas empresas", según explicó la empleada, "fue la que le construyó [al ex concejal de Getafe] un chalé en Ugena (Toledo)".

Un cuñado del constructor Álvarez Arana, empleado como asesor en la empresa Praper, declaró que "un día, entre los meses de febrero y marzo de 1993", entregó al ex concejal Serrano, "en su despacho", una revista "en cuyo interior había un sobre con dinero", aunque no precisó qué cantidad porque "no la conocía".El cuñado del gerente explicó que puso "especial cuidado en el traspaso del sobre porque su cuñado le apercibió de que tuviera cuidado con no perder ese sobre".

El fiscal sostiene que Serrano, concejal de Obras y Mantenimiento entre 1988 y 1994, "ante los deseos del otro imputado de obtener obras en el Ayuntamiento por el procedimiento de adjudicación directa, le expuso la exigencia de recibir personal y directamente una comisión por cada obra adjudicada proporcional a su cuantía económica y como retribución de su influencia en la decisión municipal".

El constructor, según el fiscal, aceptó el ofrecimiento, y, entre 1989 y 1993, empresas vinculadas a Álvarez Arana resultaron "adjudicatarias directas" de al menos 25 obras, por un importe de 195 millones de pesetas.