La plástica de lo cercano
El Espai d'Art acoge la segunda edición de 'Contemporáne@', una muestra de artistas de Castellón

El único criterio es el del valor de las aportaciones que cada artista está realizando a la cultura visual contemporánea sin importar, en ninguna medida, la edad del autor ni las técnicas o materiales utilizados. Con esta premisa, el Espai d'Art Contemporani de Castellón (EACC) inauguró ayer la segunda edición de Contemporáne@ 2000, un proyecto expositivo que muestra, cada año, la obra de artistas que viven y trabajan en Castellón.Así, desde el surrealismo hasta el neo pop tienen cabida en este espacio, en el que se han juntado desde los Artilugios para contar y crear historias, de José Antonio Portillo, hasta varios de los 29 retratos que Pepe Nebot ha realizado a Claudia Schiffer, pasando por las personales y desequilibrantes fotografías de Pilar Beltrán y la búsqueda de nuevas morfologías de Ramón Roig. Cuatro artistas diferentes que han seguido trayectorias distintas con experiencias muy personales y con un importante trabajo detrás de cada uno de ellos, tal como afirma el director del centro, José Miguel García Cortés. Para la directora general de Patrimonio, Consuelo Ciscar, en esta "imaginativa exposición" prima la vocación posmoderna de una generación comprometida con la libertad de expresión. Para Antonio Gascó, autor de la presentación del catálogo que el Espai ha publicado con motivo de esta exposición, afirma que, entre otras virtudes, la muestra presenta la posibilidad didáctica de mostrar modelos muy singulares de los movimientos en los que se encuadran.
La intención de Contemporáne@ 2000 es la de reflejar el pulso artístico del entorno físico más cercano. Y así, se exhibe una diversidad y variedad que bien podría definir o que realmente refleja el entorno físico del EACC: desde lo figurativo hasta lo abstracto, desde los elementos más rudimentarios, hasta las nuevas tecnologías. Desde el negro, hasta el rojo y los grises. Todo junto, en un espacio en Castellón y que, en esta ocasión, mira a Castellón, pero sin caer en el provincianismo que impediría que los artistas cercanos aprovecharan el impulso de una apreciada programación general.
Según el profesor de Historia del Arte de la Universidad de Southampton (Inglaterra), Brandon Taylor, la obra de Pilar Beltrán da la sensación de que el espectador queda atrapado entre el significado por una parte inocente y por el otro totalmente acusatorio del interrogante que da título a su obra: What do you think you're looking at (Qué piensas que estás mirando). "Quizás todo lo que refleja la obra de Beltrán es el encadenamiento que acarrea la conciencia de la propia identidad", añade.
Pepe Nebot, o Pop Nebot como gusta que le llamen, se considera un defensor del pop latino porque "no es consumista como el americano, es más lírico, más caliente... permite establecer con tus modelos una relación de enamoramiento". Ni el propio Nebot sabe explicar el porqué de su "devoción" por Claudia Schiffer, que le llevó a tenerla como única modelo durante cinco años, lo que propició la ejecución de 29 retratos y la dedicación de tres exposiciones monográficas. "Tiene algo distinto que la hace distinta a las demás... no sé cómo explicarlo... es perfecta", acierta a decir.
El antropólogo Manuel Delgado apunta que las obras de José Antonio Portillo son máquinas de pensar por pensar, "el desasosiego feliz que no deberíamos nunca dejar de experimentar ante la elocuencia de la materia, ante la tendencia natural de las cosas a hablar, a revelarse como puertas o trampillas a través de las que se insinúan otros mundos, el eco de todo lo imaginado y todo lo imaginable". Según Delgado, son "un extraño material escolar, destinado decididamente a intranquilizar a la infancia, a quitarle a los niños el sueño por lo secreto oculto de toda cosa hallada" y una "venganza irónica de la inteligencia natural contra un presente que se exhibe como apoteosis de las inteligencias artificiales".
Ramón Roig habla de sus propias obras como las de un proyecto dirigido hacia la consecución de un lenguaje que entronque la voluntad artística, empatía, sintaxis y proceso creativo con el referente natural como fuente y origen primigenio. "En estas pinturas existe un paralelismo procesual, en clave de metáfora, con los fenómenos naturales donde elementos dispares cobren unidad e identidad mediante la acción de procesos físico-químicos hasta alcanzar una configuración determinada", señala Roig.
Desentrañar mundos, ahondar en el recóndito significado de la plástica o comprobar cómo, según el consejero de Educación, Manuel Tarancón, su departamento halla en esta exposición "una metáfora de lo que pensamos y hacemos en el logro de un futuro más culto y libre". Cualquier motivo es bueno.
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