La natalidad remonta en Cataluña con un aumento del 5% gracias a los inmigrantes
La natalidad comienza a remontar. El número de nacimientos experimentó un notable crecimiento el año pasado al calor de la bonanza económica y por la reagrupación familiar del colectivo inmigrante. En total hubo 59.359 nacimientos, el 4,9% más que en el año anterior. Este es el aumento más importante desde que la natalidad tocó fondo en 1996 después de 20 años de disminución del número de nacimientos. En este incremento han tenido una especial incidencia los inmigrantes, ya que uno de cada 10 recién nacidos es hijo de extranjeros, cuando este colectivo sólo representa el 3% de la población.
La línea de la evolución demográfica de Cataluña muestra como después del hundimiento de la natalidad en la década de los ochenta y el estancamiento a la baja en los primeros años noventa, las mujeres se han decidido otra vez a ser madres. Pero Cataluña, con una media de 1,23 hijos por mujer, continúa a la cola de Europa en lo que a crecimiento demográfico se refiere. Países tradicionalmente con pocos nacimientos como Francia o Suecia han conseguido incrementar la natalidad hasta 1,8 hijos por mujer.Los demógrafos atribuyen el aumento de nacimientos en Cataluña a la coincidencia de un momento económico favorable con la llegada a la edad de ser madres de las mujeres que nacieron durante la explosión demográfica de los años sesenta y setenta. "Está llegando a la edad de tener hijos la generación más populosa que ha habido nunca", indica el subdirector del Instituto de Estadística de Cataluña, Joaquim Capellades.
Pero el incremento de nacimientos es coyuntural y podría tener fecha de caducidad. La bonanza económica registrada en los últimos años ha animado a muchas parejas que deseaban ser padres desde hace años a embarcarse ahora en la aventura de tener hijos. Además, las mujeres optan cada vez más por estabilizar su vida laboral antes de tener hijos. Esto comporta que siga subiendo la edad de las mujeres que quedan embarazadas. En Cataluña, la edad media de las mujeres al dar a luz es de 30,9 años, casi dos años más que en 1975.
La inmigración es el otro gran factor que tener en cuenta. El año pasado nacieron en Cataluña más de 5.600 niños con alguno de los progenitores de nacionalidad extranjera. En sólo un año, el número de niños recién nacidos con el padre y la madre de origen inmigrante ha aumentado en un 20%. Aunque tanto las parejas autóctonas como las de origen extranjero han contribuido a aumentar la natalidad, son los inmigrantes quienes han contribuido a este crecimiento de forma más decisiva. Los nacimientos entre parejas autóctonas han aumentado en un 3,6%, cifra que se duplica entre las del colectivo inmigrante
La Generalitat prevé que la natalidad continuará subiendo hasta 2010
El colectivo marroquí registró hasta 1.619 nacimientos en 1999, mientras que el gambiano llegó a 318. El subdirector del Instituto de Estadística, Joaquim Capellades, insiste en el peso de los inmigrantes en el aumento de la natalidad. "El 3% de la población [los inmigrantes] registra el 10% de los nacimientos". La incidencia de los extranjeros se percibe claramente en Girona. En esta provincia, uno de cada seis nacimientos es fruto de una madre o un padre extranjero. Cuando acabe este año, se prevé que el número de nacimientos llegue a 64.000, el 8% más que en 1999. Pero, ¿hasta cuándo durará este aumento? Capellades considera que los próximos 10 años estarán marcados por una subida constante del número de nacimientos. "En 2010 podríamos llegar hasta 80.000 alumbramientos anuales. Después, la cifra volverá a bajar".
Estas previsiones se basan en el elevado volumen de población que ahora tiene entre 15 y 30 años, aunque Capellades advierte que una nueva crisis económica podría "lentificar" mucho las previsiones.
El aumento de la natalidad aleja el fantasma de la despoblación de muchas comarcas, pero no el del crecimiento negativo. Los nacimientos en el Pallars Jussà, por ejemplo, disminuyeron el 16% en 1999. También continuaron con un leve descenso de la natalidad otras 13 comarcas. La otra cara de la moneda se encuentra en el Montsià, donde el número de alumbramientos creció el 14% o en la Segarra, donde se incrementó el 13%.
Pero el actual número de hijos por mujer, situado en 1,25, impide ser optimistas a los demógrafos, que recuerdan que sólo podrá conseguirse un crecimiento natural positivo si se alcanza una media de 2,05 hijos por mujer. En este sentido, las estadísticas de los últimos cinco años reflejan algunas mejoras. Una de ellas es el incremento del número de mujeres que deciden tener un segundo o tercer hijo. Desde 1995 se ha incrementado en un 16,2% el número de nacimientos correspondientes a segundos embarazos.
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