La Hispanic Society dice que no incorpora la vanguardia a sus fondos por falta de dinero

Religión, folclore, vestimentas y costumbres españolas. Son los temas de los óleos que componen la exposición De Goya a Zuloaga, compuesta por 68 cuadros de la Hispanic Society of America, que puede contemplarse hasta el 25 de febrero en la sala de exposiciones BBVA de Bilbao. Su director general, Mitchell Codding, reconoce que en su colección faltan autores vanguardistas, pero lo justifica en los limitados recursos de que disponen para aumentar su patrimonio.

"La verdadera fuerza de la colección de la Hispanic Society está principalmente comprendida a finales del siglo XIX y principios del XX, por eso preferimos destinar los fondos de que disponemos a completar esa época. De hecho, aún nos faltan Solana, Regoyos y muchos pintores vascos", reconoce Codding justificando la ausencia de figuras indiscutibles de la vanguardia, como Picasso y Miró, en una exposición centrada en la pintura española de los dos últimos siglos. "Por precios, no se puede", insiste el director. Los que no están ausentes son Francisco de Goya, Ignacio Zuloaga, Joaquín Sorolla, Emilio Salas y Miguel Viladrich. Por lo visto, sus óleos son más asequibles y encarnan la esencia de una exposición que traslada a España (la muestra se ha exhibido en Madrid, donde la visitaron 64.000 personas, y recalará en Sevilla) la visión que pueden crearse del país quienes visiten The Hispanic Society of America. Esta institución no pretende ser otra cosa que "un rincón de España en Nueva York", donde tiene establecida su sede. De entre sus fondos ha seleccionado el contenido de la muestra la conservadora emérita de la institución, Priscilla Muller, que ha sido también la comisaria.

Muller ha buceado entre los ocho centenares de cuadros con los que cuenta la sociedad neoyorquina para seleccionar un total de 68, pintados entre 1805 y 1936, en una criba que no ha sido guiada por ningún precepto concreto. "Hay muchas consideraciones. De algunos autores tenemos cosas mucho más importantes, pero no se dan las condiciones adecuadas [de conservación] y en este momento no pueden viajar", confiesa Muller. "De Sorolla, por ejemplo, he seleccionado Colón saliendo del puerto de Palos, que es muy oscuro. Tenemos unos 10 bocetos de este cuadro con más color, pero como el público no ha visto un Sorolla pintado con colores oscuros, atrayendo la luz desde la oscuridad, me parecía más interesante mostrar ese cuadro que los otros", señala la comisaria.

A falta de un criterio de selección claro, Muller garantiza que el resultado es variado y se amolda al espíritu que guió en vida a Archer Milton Huntington (1870-1955), mecenas que fundó la Hispanic Society Of America en 1904. No obstante, advierte que De Goya a Zuloaga también incluye obras adquiridas tras su muerte que transgreden su hábito. "Por ejemplo, hace unos años adquirimos un pequeño cuadro de [Rogelio] Egusquiza que es una cosa preciosista. Y Huntington no quería comprar cosas preciosistas, no fue esa su intención, no fue un coleccionista de moda. Sólo tenía la determinación de hacer una colección para mostrar a América cosas españolas", revela Muller.