Más de cien países sellan en Sicilia el primer convenio de la ONU contra las mafias

El primer tratado internacional jurídicamente vinculante para luchar contra la delincuencia organizada en el mundo fue firmado ayer en Palermo en presencia del secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, y del presidente italiano, Carlo Azeglio Ciampi. La Convención contra la Delincuencia Organizada Transnacional, aprobada por Naciones Unidas el pasado mes de noviembre, recibió el espaldarazo del centenar largo de países que han enviado delegaciones a la cumbre antimafia inaugurada ayer en la capital siciliana. España firmará hoy el acuerdo.

Derrotar a la Mafia

Annan calificó este encuentro como "la cumbre del milenio", cuya tarea será hacer posible "una civilización libre de la violencia". La firma de la convención contra las mafias organizadas que operan hoy en todo el mundo "es una piedra angular que nos permitirá acabar con el tráfico de seres humanos", añadió.El secretario general de la ONU subrayó en su discurso inaugural que la Convención de Palermo "ofrece medios para combatir la delincuencia como problema global". "Sólo con la cooperación internacional podemos hostigar a los delincuentes internacionales", añadió. El ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, que encabeza la delegación española, firmará hoy la convención y los dos protocolos adicionales que la acompañan, dedicado uno a combatir el tráfico de mujeres y niños y el otro, el de inmigrantes.

Ayer, 16 países participantes en la cumbre de Palermo -a la que asisten 20 jefes de Estado o de Gobierno, aunque han fallado dos de los grandes líderes mundiales, Bill Clinton y Tony Blair- ya firmaron el Tratado de la ONU que pretende superar las barreras policiales y jurídicas vigentes aun entre los Estados, al menos en lo que se refiere a cuatro grandes delitos transnacionales: asociación mafiosa, lavado de dinero, corrupción de funcionarios y obstrucción de la justicia.

Dicho en otras palabras, cuando el Tratado entre en vigor (para lo cual debe ser ratificado por los parlamentos de al menos 40 Estados) la justicia de los países que lo suscriban podrá perseguir a los presuntos delincuentes más allá de sus fronteras. Al tiempo, el secreto bancario dejará de existir en todo el ámbito territorial del Tratado y quedarán fuera de la ley las cuentas bancarias anónimas. Los jueces podrán confiscar además los bienes de los mafiosos, estén donde estén.La conferencia, que dura hasta el viernes, se celebran en el Tribunal de Justicia de Palermo, donde desarrollaron buena parte de su actividad profesional dos jueces míticos en la lucha contra la Mafia, Giovanni Falcone y Paolo Borselino, asesinados por Cosa Nostra en 1992.

Palermo, donde nació y creció este gigantesco monstruo de mil tentáculos, pretende convertirse ahora en abanderada de la lucha contra las mafias transnacionales que gestionan el tráfico de seres humanos, la prostitución, la pornografía en Internet o la compraventa de órganos humanos y el tráfico de drogas en todo el mundo. Mafias globales contra las que, sin embargo, hasta ahora no ha existido una estrategia internacional de lucha.Aun así, Pino Arlacchi, subsecretario de la ONU en temas relacionados con la lucha contra la delincuencia organizada y las drogas, se mostró optimista respecto a la actual situación. "La mafia está casi derrotada", dijo. Un punto de vista que no comparten, sin embargo, muchos de los jueces italianos que se ocupan de este fenómeno delictivo. Para el fiscal general de Palermo, Pietro Grasso, "la Mafia se ha limitado a cambiar de estrategia", pero sigue siendo omnipresente en la vida social y económica no sólo de Sicilia, sino de otras regiones italianas y de casi todos los países del mundo.

De no inferior importancia a la propia Convención contra la Delincuencia Organizada que se firmó ayer son los dos protocolos adicionales que se le han incluido referidos al tráfico de seres humanos. Uno de los dos protocolos se refiere exclusivamente a la trata de blancas y al tráfico de niños, auténticas formas de moderna esclavitud. El otro combatirá el tráfico ilegal de inmigrantes, que se ha convertido, según los expertos, en una de las grandes fuentes de recursos económicos para las nuevas mafias. La mano dura contra los nuevos traficantes de esclavos irá acompañada de un trato humano hacia el inmigrante, cuya entrada ilegal en un país no será considerada delito.