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El 62% de los presos toxicómanos de Quatre Camins no vuelve a tomar drogas

El 62% de los presos de Quatre Camins (Vallès Oriental), que finalizan el tratamiento de desintoxicación de nueve meses no vuelven a reincidir. Este programa de desintoxicación, además, tiene otro valor añadido: al no volver a consumir narcóticos, dada la estrecha relación entre drogodependiencia y delito, los presos abandonan sus conductas delictivas, según informó ayer la consejera de Justicia, Núria de Gispert, en la conmemoración de décimo aniversario de la creación del Departamento de Atención Especializada (DAE) de Quatre Camins, la primera comunidad terapéutica penitenciaria para el tratamiento de las drogodependencias en España.La recuperación de presos drogodependientes aumenta hasta el 71% si se toman los datos de los últimos tres años y se reduce hasta el 27,6% para el resto de presos de otras cárceles catalanas, donde la duración de los programas de desintoxicación es de tres meses frente a los nueve de Quatre Camins. De Gispert señaló que los internos drogodependientes "son los que presentan un mayor riesgo de reincidencia delictiva", y resaltó que iniciativas como las del DAE la reducen "de manera significativa", facilitando así la reinserción social.

El centro de desintoxicación de Quatre Camins, una unidad independiente dentro del recinto carcelario, tiene una capacidad para 35 internos y por él han pasado unos 400 presos en 10 años. Son los mismos presos los que deciden voluntariamente acogerse al programa, que tiene "lista de espera", precisa la consejera, por falta de dotación presupuestaria.

El perfil del usuario de este servicio es el de un politoxicómano, con la heroína como principal droga, de unos 28 años de edad y con un historial de más de 11 años de consumo de drogas y 8 años en prisión. "Intervenimos individualmente o en grupos para facilitar la salida al exterior", apunta Irene Pons, psicóloga del DAE. "Es un trabajo pluridisciplinar, en el que colaboran tanto psicólogos, médicos, como educadores sociales, con la finalidad de preparar la inserción social y la vida en la calle sin el consumo de drogas", comenta.

Amélia Pleite, primera directora y creadora del DAE en 1990, recordó que, en un principio, había reticencias a ofrecer este servicio a los internos, pero que con el paso de los años se ha convertido en un programa "ambicioso, para que los presos abandonen el consumo de drogas y facilitarles la reinserción social".

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