Un centenar de personas impulsa la creación de la Fundación Ernest Lluch

Un centenar de personas se han adherido al proyecto de crear la Fundación Ernest Lluch impulsada por un músico ajeno a cualquier partido político con el objetivo de que las ideas del ex ministro socialista asesinado por ETA "tengan un relevo y no queden en vía muerta". Robert Garrigós, que toca el fagot en la Orquestra Simfònica del Vallès, es el impulsor de la fundación tras haber comprobado el éxito que ha tenido el libro de condolencias que él mismo ha abierto en Internet, bajo el dominio www.ernestlluch.com, y que en pocos días ya ha recogido más de 2.000 testimonios de pésame de toda España.Garrigós explicó que el proyecto de la fundación es "ajeno a cualquier partido". Aunque reconoció que el PSC le ha consultado sobre su idea, aseguró que nadie sacará rendimiento partidista de la fundación. El músico dijo que todavía tenía que hablar con la familia de Ernest Lluch "para explicarles la idea de la fundación, que tendrá como principal objetivo trabajar por la paz en Euskadi, en Cataluña y en el resto de España mediante el diálogo y el entendimiento entre todas las fuerzas de este país; no sólo las políticas sino también las civiles, es decir, el pueblo". "La intención es que la fundación esté integrada por independientes, gente del pueblo, para reivindicar que sea éste el que tenga la última palabra en asuntos de la importancia como el derecho a vivir en paz y respeto para todas las ideas expresadas democráticamente", señaló Garrigós.

Difundir ideas y escritos

El músico cree "fundamental demostrar que tenía sentido todo aquello por lo que murió Ernest Lluch". Además de difundir su pensamiento y todos sus escritos, la fundación también se planteará "recordar a la clase política que está al servicio de la ciudadanía cada día, año tras año, y no sólo cada cuatro años, durante los periodos preelectorales", señala Garrigós. De acuerdo con el impulsor de la fundación, "Ernest trabajaba para estos deseos de paz, para este futuro de prosperidad de nuestro pueblo y de todos los pueblos de España, por una convivencia pacífica y respetuosa de todos ellos, y lo hacía con un convencimiento tan grande que le ha llevado a dar la vida por estos ideales. No podemos dejar que sus esfuerzos queden en vía muerta. Nuestra responsabilidad es tomar el relevo y darle la razón", concluye el músico barcelonés.

Garrigós recordó que la última vez que vio a Lluch, a quien no conocía personalmente, fue en el vestíbulo del teatro de Figueres (Alt Empordà) tres días antes de su muerte, mientras esperaba el inicio de la ópera Il Trovatore de Verdi en la que el músico participó como intérprete de la Orquestra Simfònica del Vallès. "Cuando días más tarde me enteré del atentado, me afectó muchísimo y me dije que tenía que hacer algo y por eso creé su página web", explica Garrigós.