La Hispanic Society muestra su mejor pintura española en 'De Goya a Zuloaga'
El mecenas Archer M. Huntington fundó a principios de siglo The Hispanic Society of América en Nueva York para difundir la cultura española. Una selección de sus fondos de pintura ha viajado por vez primera a España para conformar la exposición De Goya a Zuloaga, que se inaugurará mañana en la sala de exposiciones del BBVA (plaza de San Nicolás, 4), en Bilbao, con 68 obras creadas por 30 artistas españoles entre 1805 y 1936. Es el reflejo de la "visión ilustrada" de Huntington, según el director de la Hispanic Society, Mitchell Codding.
Cuadros costumbristas
La comisaria de la muestra, Priscilla Müller, conservadora emérita de la Hispanic Society, decidió que la exposición sobre el arte español del XIX arrancara con un ejemplo de la pintura de un Francisco de Goya maduro, el Retrato de Pedro Mocarte, un sombrío cantante de la catedral de Toledo, pintado hacia 1805, que se enfrenta con la copia de esa obra que realizó 62 años más tarde Mariano Fortuny. La selección de obras avanza desde los inicios del siglo XIX por los principales movimientos de la pintura española, desde el romanticismo hasta el postmodernismo. Entre los límites temporales que marcan Goya y Zuloaga se han incluido retratos de Federico Madrazo, obras de Fortuny que van desde las visiones del mundo árabe a las estampas urbanas, y una abundante muestra de los distintos planos del trabajo de Raimundo de Madrazo.
Pero la exposición dedica su mayor atención a Joaquín Sorolla, con 11 obras del pintor mejor representado en los fondos de la Hispanic Society. La muestra incluye sus pinturas históricas, retratos, temas populares, paisajes de las playas del Mediterráneo pero también de la costa de San Sebastián y Biarritz. Entre estas obras destaca el colorista retrato del pintor norteamericano Louis Comfort Tiffany, plasmado frente a un caballete con el pincel en la mano en medio de un jardín lleno de flores.
Huntington quiso que su colección artística mostrará su aprecio hacia las costumbres españolas. Así se puede ver en La muñeira y La joven gallega, de Fernando Álvarez de Sotomayor, Taller de la Fábrica de Tabacos de Sevilla, de Gonzalo Bilbao, o La niña aguadora, de Miguel Viladrich.La escuela catalana destaca en la exposición con obras de Ramón Casas, Santiago Rusiñol, Joaquín Mir y Joaquín Sunyer. La Hispanic Society ha seguido adquiriendo obras de corriente artística en los últimos años, como el retrato La Roser (perfil), de Isidre Nonell, adquirido en una subasta en 1985.
El recorrido finaliza con la pintura de Ignacio Zuloaga, quien, como Sorolla, cultivó la amistad Huntington. Ambos artistas contaron con su apoyo para la difusión de su trabajo en los Estados Unidos.
De la pintura del artista vasco se han seleccionado cinco retratos de diferente factura, entre ellos el Autorretrato, de 1909, y Mi prima Cándida, una de las modelos favoritas del pintor vasco, que fue adquirido tras su exposición en Nueva York por la madre de su mecenas norteamericano.
Para cerrar la exposición se ha elegido un cuadro La familia del torero gitano. Gallito y su familia, una pintura de gran formato donde los personajes retratados posan como si estuvieran ante la cámara de un fotógrafo.
La exposición permanecerá abierta al público en Bilbao hasta el 18 de febrero de 2001. Posteriormente se trasladará a Sevilla, donde finalizará su periplo por España en las salas de exposición de la Fundación Focus-Abengoa, en el Hospital de los Venerables, el próximo mes de mayo.
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