Los líderes europeos pactan abrir una nueva reforma "para aclarar el futuro"
La reforma de las instituciones de la UE abordada estos días en Niza ha sido insuficiente. La prueba reside en el hecho de que los líderes europeos han pactado convocar otra cita para efectuar una nueva reforma en profundidad. El nuevo proceso deberá concluir en 2004, y uno de sus objetivos principales será delimitar las competencias entre los Estados y las instituciones europeas. La convocatoria se ha realizado a instancias de Alemania, pese a la oposición de Francia y las reticencias de España.El Consejo Europeo de Niza acordó que, una vez abierto el camino para la ampliación de la UE, es necesario tener "un debate amplio y profundo" sobre el futuro de Europa", voluntad expresada en la declaración que anoche analizaban sus representantes (Declaración sobre el Futuro de Europa). El reparto de competencias, añade, debe elaborarse "conforme al principio de subsidiariedad"; es decir, bajo la norma de que hay que procurar que las competencias sean ejercidas, siempre que sea posible, por las administraciones más próximas al ciudadano. Por este camino, Alemania persigue, de rebote, determinar las competencias entre el Estado alemán y sus länder, un ejercicio que, en el caso de España, puede dar lugar a importantes problemas políticos a la hora de fijar límites entre el Estado y las autonomías.
Pero la citada declaración también recoge otras aspiraciones alemanas, defendidas en este caso también por la Comisión Europea y la Eurocámara. Así, en 2004 deberá aclararse definitivamente la carga jurídica de la Carta de Derechos Fundamentales de la UE, que en Niza ha sido simplemente proclamada; simplificar los tratados de la UE "para que sean más claros y comprensibles", y definir "el papel de los Parlamentos nacionales en la arquitectura europea". En este último caso se abre la posibilidad de que la UE cuente con una segunda Cámara o que los eurodiputados acaben siendo elegidos a nivel europeo, y no nacional como ahora.
Con respecto al debate sobre la Carta de Derechos, un portavoz del Parlamento insistió ayer en que su contenido tiene que servir de base para elaborar una Constitución europea, tesis aprobada por la Eurocámara el mes pasado, a la que se oponen radicalmente el Reino Unido y varios países nórdicos.
Los trabajos para hacer esta nueva reforma deberán comenzar ya el año que viene, y en ellos participarán "todas las partes interesadas": Parlamentos, sociedad civil, representantes políticos, económicos y sociales, universitarios... Asimismo, también participarán los países candidatos a la adhesión, si bien en algunos casos lo harán sólo como "observadores". "No se puede reformar Europa de espaldas a los ciudadanos", ha dicho el canciller alemán, Gerhard Schröder, al resto de jefes de Estado o de Gobierno en Niza.
En la cumbre europea de Gotemburgo (Suecia), de junio de 2001, se elaborará el primer informe sobre los objetivos para esta nueva reforma. Los líderes europeos marcarán el camino a seguir en la siguiente cumbre de Bruselas, en diciembre de 2001. Los trabajos seguirán en el siguiente semestre, ya bajo presidencia española de la UE.
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