Salud y empleo

El tópico de hablar mal de los servicios públicos es utilizado por el Gobierno para crear una política cicatera de presupuestos en la que no se tiene en cuenta la creación de puestos de trabajo más necesaria. Llega esto a tal grado que, desde hace años, no se renuevan los puestos de los jubilados laborales y, en muchos casos, de los funcionarios de carrera que al causar baja dejan un vacío de servicio. Tampoco se hacen las sustituciones por enfermedad o embarazo, recargando el trabajo de los compañeros en activo, que sufren el doble malestar de sentirse infravalorados y estresados.En el mejor de los casos, esos puestos son sustituidos por personal con contratos basura, que, por una parte, no llegan a tener un sueldo suficiente para crear una familia o vivir dignamente, y, además, cuando empiezan a ser conocedores de su labor, se les termina un contrato que no les cubre derechos, ni para el día a día ni para el futuro. Pues bien, esta situación repercute en una degeneración de los servicios sociales.

El funcionamiento de los servicios públicos, por tanto, está dañando en lo más importante a las personas: su salud. Para mejorar la salud de todos es necesario un cambio radical en la política de creación de empleo por parte del Gobierno, que corte esta espiral de creciente deterioro.- Delegado de Prevención de Riesgos Laborales de CC OO.