"Da un impulso al cambio en Euskadi"
Carlos Iturgaiz, 35 años, de Santurtzi (Vizcaya), es presidente del Partido Popular del País Vasco desde 1997 y sustituye en el cargo a Jaime Mayor Oreja. Es parlamentario vasco y representó a su partido en la Mesa de Paz de Ajuria Enea hasta que en 1998 dejó de convocarse, tras el abandono del PNV. Ha contribuido desde la sombra a la negociación del pacto PP-PSOE.Pregunta. ¿Qué utilidad tiene este pacto para combatir a ETA?
Respuesta. Tras su logro, los demócratas vascos nos sentimos más reconfortados y aliviados. Ahora contamos con un referente que muestra que hay partidos que están a la altura de las circunstancias y que fijan unas reglas de juego para el momento político. La unidad de políticas y de acción de los principales partidos nacionales no cabe duda de que va a facilitar el combate a ETA y a quienes le apoyan.
P. Si ya existía como referente el Pacto de Ajuria Enea de 1988, ¿por qué es necesario este pacto?
R. No se puede olvidar lo que ha significado Ajuria Enea. Pero hay que recordar que el PNV lo ha invalidado, haciendo caso omiso a las convocatorias pedidas por nosotros y el PSOE. El pacto PP-PSOE renueva la idea de que por encima de todo hay que ser demócrata, algo de lo que se ha olvidado el PNV al abandonar Ajuria Enea y al comprometerse con ETA y con EH, a través del Pacto de Estella.
P. Este pacto hace un llamamiento al PNV a unirse a él con la condición de romper con el Pacto de Estella. ¿Qué cree que pasará?
R. Al PNV, al que se le ha llenado tanto la boca con la palabra diálogo, tiene ahora la posibilidad de ejercerlo con un reencuentro con los demócratas a través de este pacto. El PNV tiene una buena oportunidad para dar una ciaboga y romper amarras con el mundo de ETA y HB. Pero yo creo que Arzalluz, Egibar y el propio Ibarretxe, a tenor de sus palabras, preferirán la vinculación con ETA y HB en vez de comprometerse en un proyecto común con los demócratas.
P. ¿Qué consecuencias puede tener este pacto en el País Vasco?
R. Da un impulso a la expectativa de cambio en la sociedad vasca, que espero y deseo que se materalice. Es un pacto que va en esa dirección porque se ha hecho para superar la falta de libertad de los no nacionalistas en Euskadi y para defender la pluralidad vasca. No es, por tanto, un pacto excluyente como el de Estella. Está abierto a todos los demócratas. No excluye a nadie por su ideología. Sólo a los que apoyan o pactan con los violentos. Creo, además, que el pacto puede ser un elemento fundamental en la movilización social. La sociedad vasca se estaba organizando frente al terrorismo, con múltiples plataformas. Hacía falta coronar estas iniciativas con un acuerdo político.
P. El pacto no habla expresamente de acuerdos electorales entre el PP y el PSE.
R. No lo hace expresamente. Pero sí abre una dinámica entre el PP y PSE que responde a una enorme demanda de la sociedad vasca que quiere un programa de acuerdo entre quienes defendemos la Constitución, el Estatuto de Gernika y el respeto a las reglas del juego democrático. Este programa, de respeto a la pluralidad, ya existe en Álava y sería bueno extenderlo a toda la comunidad autónoma vasca.
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