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'Black submarine'

La verdad es que tenemos un presidente que no nos lo merecemos. (Me refiero al presidente Aznar, no al presidente Zaplana que éste, sí, lo tenemos bien merecido). Sucede que el 19 de mayo pasado, el submarino nuclear británico apodado Tireless, seriamente averiado, arribó a Gibraltar después de serle prohibido su amarre en otros puertos del Mediterráneo por el peligro que suponía su avería en el mecanismo nuclear. Prohibición que, sin duda, tenía mucho fundamento. La presencia del Tireless en Gibraltar causó la consiguiente, y no menos fundamentada alarma, entre la población de La Línea y, en general, en todo el vecindario andaluz que se encuentra próximo al Peñón, famosa y anacróncia colonia británica que, desde hace casi trescientos años, supone una intolerable humillación para todos los "españoles de bien". Fue una consecuencia de la Guerra de Sucesión que sirvió para entronizar como rey de España a Felipe V. Otra consecuencia, no lo olvidemos, fue que Felipe V nos arrebató los fueros y libertades a los valencianos "por derecho de conquista". (Cuando en en el Congreso de los Diputados, en 1978, debatíamos la Constitución, y en concreto el Título VIII de la misma, me permití subir a la tribuna para defender una enmienda pidiendo que, al igual que a los territorios que habían plebiscitado un Estatuto durante la República se les concedía el acceso rápido a la autonomía según la Disposición Transitoria Segunda, también gozasen de ese privilegio quienes perdieron su fueros y libertades por "derecho de conquista", como el País Valenciano. Petición que contaba con el respaldo del diputado Herrero de Miñón, que también lo había pedido en una de sus intervenciones. Ante la oposición de quienes decían que eso era retrotraerse a épocas de la historia ya olvidadas, me permití recordar que eso sucedió en la misma época y con el mismo motivo, la Guerra de Sucesión, por la que España perdió Gibraltar. Y aún se estaba reclamando la devolución del Peñón. ¡Nunca lo hubiera hecho! Salió poco despues el señor Fraga Iribarne, hecho un basilisco, a reprocharme la alusión a Gibraltar y a no se qué actitudes podría tomar el embajador en Madrid de Gran Bretaña).Pero volvamos al submarino. El 24 de octubre, en rueda conjunta con el primer ministro Tony Blair, y ante las protestas de los ciudadanos andaluces que viven cerca de Gibraltar, el señor Aznar se permitió hacer un chiste -¡genial como todos los suyos!- aludiendo al Submarino amarillo, la canción de los Beatles -ji, ji, ji, ja, ja, ja- y diciendo que "no se coge un submarino y se traslada por el Atlántico así, por las buenas y de cualquier manera". Parece ser que el submarino "amarillo", ahora, se ha convertido en un submarino black, es decir, "negro", o "tétrico", que tambien sirve la traducción. Y el pasado 6 de diciembre, día de la Constitución, el presidente Aznar declara en el Congreso que "ahora sí se puede decir que lo más razonable y deseable es que se traslade el submarino". Añadiendo que el traslado había que pedirlo "con conocimiento de causa". Pero, ¿ha pedido de verdad el señor Aznar a su amigo Blair el traslado? El ministro Piqué parece negarlo.

¿Y no será que, como la amistad y el cariño que se tienen Aznar y Blair es recíproco, haya sido el premier británico quien se adelantó pidiendo a su amigo Aznar el favor de aguantar el Tireless en Gibraltar y de aquí el ridículo que está haciendo el Gobierno español y su presidente?

fburguera@inves.es

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