El Consell estudia la anulación del concurso de suministro eléctrico por falta de competencia

La Consejería de Economía y Hacienda está estudiando declarar desierto o sin efecto el concurso que abrió el 25 de octubre para adjudicar el suministro eléctrico de la Administración en 2001, según informaba ayer Cinco Días. El Consell esperaba ahorrar 600 millones de pesetas de los casi 3.000 millones que paga cada año a Iberdrola, su actual suministradora. Pero la mejor de las cuatro ofertas presentadas, por parte de la propia Iberdrola, sólo supone un ahorro del 1,38%. Fuentes del Consell criticaron que todo indica que las eléctricas han llegado a un acuerdo.

"Se ha observado que las compañías no han hecho prácticamente ninguna rebaja, por lo que se están estudiando distintas posibilidades, entre las que no se descarta declarar desierto el concurso y buscar otras alternativas para ahorrar", explicó el martes un portavoz de la consejería de Economía y Hacienda de la Generalitat. Y es que las ofertas presentadas por las cuatro compañías eléctricas han desbaratado, por el momento, la intención de la Generalitat de ahorrar unos 600 millones en su factura eléctrica del año 2001. La Administración autonómica paga anualmente cerca de 3.000 millones de pesetas a Iberdrola por el suministro energético.

La Generalitat creó a principios del mes de octubre la Comisión Central de Adquisiciones para gestionar las compras de todos los bienes y servicios destinados a la Administración autonómica. El objetivo, según explicó en su momento el titular de Economía y Hacienda, Vicente Rambla, es "obtener mejores precios por el alto volumen de servicios que se contratan". La primera decisión de este organismo fue sacar a concurso el suministro de energía eléctrica para todas las consejerías y organismos públicos. La comisión también analizará la posibilidad de centralizar las compras relacionadas con el parque móvil oficial, así como el material informático o el de oficinas, entre otros.

El concurso fue publicado en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV) el pasado 25 de octubre y el plazo de presentación de propuestas finalizó el 24 de noviembre. Entre las bases, el Consell estableció un precio tope de licitación de 2.946 millones de pesetas, que equivalen a un máximo de 13 pesetas por kilovatio y hora.

Pero las cuatro ofertas presentadas han mantenido el precio final muy cerca del límite. De hecho, la oferta más económica de las cuatro presentadas supone 12,82 pesetas por kilovatio/hora, lo que se traduce en un ahorro del 1,38% sobre el precio máximo fijado en el concurso. Esta oferta, además, fue presentada por la propia compañía Iberdrola, lo que supondría una rebaja anual de 40 millones de pesetas, cifra que dista mucho de las intenciones de ahorro del Consell.

La segunda propuesta, por orden de descuento, la realizó Hidrocantábrico, que fijó el precio del kilovatio en 12,98 pesetas, que supondría una rebaja del 0,15%. Mientras, Endesa y Unión Fenosa ajustaron sus plicas al máximo permitido por el concurso de la Administración, de forma que sus ofertas no supusieron rebaja alguna.

Fuentes oficiales del Consell lamentaron el martes el nulo interés por competir demostrado por las cuatro compañías. La actitud de las eléctricas, que parecen haber llegado a un acuerdo entre ellas, no ha gustado nada a la Generalitat, ya que esperaba que funcionase la competencia como en las grandes empresas.