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EL INDULTO A GÓMEZ DE LIAÑO

El Papa pidió a los Estados clemencia sólo para "los presos"

Polémica en Italia

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El vicepresidente primero del Gobierno, Mariano Rajoy, justificó ayer el indulto a 1.443 condenados, entre ellos el ex juez prevaricador Javier Gómez de Liaño, que no estaba preso, en "diversas situaciones pero fundamentalmente en la petición de la Santa Sede".El Gran Jubileo del año 2000 ha sido ocasión para que el papa Juan Pablo II reclamara clemencia a favor de los presos a los Gobiernos de todo el mundo. El Pontífice lo ha hecho enviando un mensaje a todos los mandatarios y repitiendo en dos discursos públicos esta misma petición. La primera vez que solicitó clemencia para los reclusos fue el 9 de julio durante una misa especial en la cárcel romana de Regina Coelis, coincidiendo con el Jubileo de los Presos. La segunda, el pasado 4 de noviembre, cuando recibió en el Vaticano a 2.500 parlamentarios y dirigentes políticos de todo el mundo.

En la homilía de la misa oficiada en Regina Coelis, el Papa se refirió a la condición de los presos, señalando que la verdadera prisión es la espiritual. El Papa confesó ese día que había enviado un mensaje al mundo entero en el que pedía "una señal de clemencia", a través de una "reducción de la pena".

El 4 de noviembre, en el Aula Pablo VI del Vaticano, Juan Pablo II recibió a parlamentarios del mundo y volvió a plantearles la necesidad de adoptar un gesto de clemencia hacia los reclusos. "En la lucha por la existencia, que a veces adquiere formas despiadadas y crueles, no escasean los vencidos, que inexorablemente quedan marginados", dijo el Pontífice. "Entre éstos no puedo olvidar a los reclusos en las cárceles: el pasado 9 de julio he estado con ellos, con ocasión de su Jubileo. En aquella oportunidad, siguiendo la costumbre de los anteriores Años Jubilares, pedí a los responsables de los Estados una señal de clemencia en favor de todos los presos, que fuera una clara expresión de sensibilidad hacia su condición".

En esta última ocasión, Wojtyla explicó que renovaba este llamamiento, "movido por las numerosas súplicas" que le llegaban y convencido "de que un gesto así les animaría en el camino de revisión personal y les impulsaría a una adhesión más firme a los valores de la justicia".

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El primer país sensible al llamamiento del Papa fue Italia, cuyo presidente, Carlo Azeglio Ciampi, concedió el 13 de junio pasado el indulto a Ali Agca, el terrorista turco que disparó contra Karol Wojtyla, hiriéndole gravemente, el 13 de mayo de 1981 en la Plaza de San Pedro del Vaticano. Sin embargo, la clemencia italiana, de momento, no ha ido más lejos por la áspera polémica desatada entre el Gobierno y la oposición sobre qué tipo de delitos incluir en un eventual indulto.

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