Jesús Gil saca adelante su PGOU en un polémico pleno que fue desalojado por la Policía Local

El alcalde de Marbella, Jesús Gil, cumplió ayer con su amenaza de sacar adelante el planeamiento urbanístico elaborado por su gobierno al margen de la resolución de la Comisión Provincial de Urbanismo, que el 30 de octubre rechazó por segunda vez el documento. En una polémica sesión plenaria, presidida por el regidor marbellí, los ediles del GIL aprobaron el texto refundido de la revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de la ciudad. Hora y media después de su inicio, Gil ordenó el desalojo del público en medio de los insultos y aplausos de partidarios y detractores.

El alcalde ya advirtió de que convocaría un pleno "para ignorar a la Comisión de Urbanismo y a la Junta de Andalucía" horas después de que fuese denegado el PGOU que ayer aprobó su grupo. "Lo único que he hecho, es ajustar el texto a lo que pedía la comisión", aseguró Gil. Reiteró que la denegación de su plan "fue una medida política" y que "lo único que pretende el resto de los partidos es cortar la cabeza a Gil". Los grupos de la oposición recordaron que el documento, además de haber sido rechazado, ni siquiera ha pasado por el obligatorio trámite de exposición al público. Pero Gil no se quedó ahí. Hizo uso de su mayoría absoluta y acordó que la comisión de gobierno conceda a partir de hoy licencias de obra con arreglo a su PGOU y que los técnicos municipales realicen sus informes únicamente con este documento. "No voy a paralizar la ciudad", apuntó Gil. Socialistas, populares y andalucistas ya han advertido de la "ilegalidad" del acuerdo, "que incita a los funcionarios a cometer un delito de prevaricación" si acatan la decisión. "Les está ordenando que se conviertan en cooperadores de prevaricadores", denunciaron.

Otro de los puntos polémicos del pleno, que duró más de cuatro horas, fue la aprobación de un recurso contra la publicación en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) del Plan General de 1986, una medida adoptada la pasada semana por la Junta de Andalucía. Gil sostiene que el Gobierno andaluz ha invadido las competencias urbanísticas del municipio. Para la edil socialista Isabel García Marcos, la publicación en el BOP "sólo trata de arrojar transparencia y facilitar a los ciudadanos un documento para evitar convenios leoninos", que a su juicio, "sólo benefician al bolsillo de Gil y de sus amigos".

El ambiente del pleno se presentaba caldeado desde su comienzo, después de que el domingo una juez ordenase a Gil entregar a la oposición los expedientes del orden del día. La ratificación por el GIL del recurso de alzada interpuesto contra la resolución de la Comisión Provincial de Urbanismo fue recibida con abucheos por una parte del público, que pidieron la "dimisión" del mandatario marbellí.

"Fuera de Marbella" o "Gil vete ya" fueron algunas de las frases más coreadas por este sector. Otras personas se esmeraron en defender al alcalde al grito de "viva Gil". "No voy a admitir nada", advirtió Jesús Gil, al tiempo que instaba a los policías locales a desalojar la sala, lo que trataron de impedir los portavoces del PSOE, PP y PA. La sesión, caracterizada también por el intercambio de insultos constantes entre el regidor marbellí y los grupos de la oposición, continuó a puerta cerrada.