Los astronautas instalan dos paneles solares de la estación internacional

La delicada operación del montaje de los primeros paneles solares que proporcionarán electricidad a la Estación Espacial Internacional se inició a 19.45 de ayer y tenía previsto durar casi siete horas. El paseo espacial de Joe Tanner y Carlos Noriega desde el transbordador Endeavour se consideraba una operación de alto riesgo ante la posibilidad de que se produjera una descarga eléctrica. La estructura, de 17 toneladas de peso, es la mayor jamás montada en el espacio.

El paseo comenzó, como estaba previsto, cuando el estadounidense Joe Tanner y su colega de origen peruano Carlos Noriega desconectaron sus trajes del transbordador y empezaron a utilizar sus propias baterias. Ha sido el decimoprimer paseo espacial dedicado al montaje de la Estación Espacial Internacional (ISS).La operación de instalación de los paneles (que no había finalizado al cierre de esta edición), sin embargo, empezó antes que la salida al espacio de Tanner y Noriega. Desde dentro del Endeavour, el astronauta canadiense Marc Garneau había empezado ya a acercar la gran torre llamada P6, que contiene los paneles, al módulo estadounidense Unity, sirviéndose del brazo robótico del transbordador.

Con la torre en su sitio, Tanner y Noriega la fijaron a la estación por sus cuatro esquinas antes de comenzar el despliegue de los paneles en sí. Éstos han sido transportados plegados como un acordeón en compartimentos de menos de cinco metros de largo por medio metro de ancho.

Una vez desplegados, los dos paneles solares tienen una envergadura de 73 metros, superior a la de un avión jumbo 747. La torre P6 a la que van acoplados pesa 17 toneladas. Se trata de la mayor estructura montada hasta ahora en el espacio. La NASA proporcionó imágenes en directo de la operación, tomadas por cámaras montadas en el casco de los propios astronautas.

Aunque no hay información oficial al respecto, medios especializados insisten en el riesgo que suponía este paseo para los astronautas. De color azul y dorado, los paneles tienen en conjunto 66.000 células fotovoltaicas y pueden generar 64 kilovatios de electricidad directa, suficiente como para alimentar 30 viviendas unifamiliares sin aire acondicionado. Si al conectarse los paneles al resto de la estación no funcionan correctamente los cables de toma de tierra, ingenieros de la NASA creen que podría producirse un gran arco eléctrico peligroso para Tanner y Noriega.

Estos son los dos primeros paneles solares de los ocho que tendrá la ISS una vez acabada. La primera tripulación permanente de la estación -los dos cosmonautas rusos Yuri Gidzenko y Serguei Krikaliev y el estadounidense Bill Sheppard, que llevan en la estación un mes-, presenciaron todo el montaje en primera línea. Los tres tripulantes entraron el sábado, por primera vez, en el módulo Unity y recogieron los regalos y provisiones descargados por sus visitantes del Endeavour. Hasta ahora, debido precisamente a la escasa electricidad disponible, han estado usando sólo los otros dos módulos presurizados.

Sin embargo, las dos tripulaciones aún no han podido darse la mano y no lo harán hasta el próximo viernes, cuando acaben los tres paseos espaciales previstos en la misión del Endeavour que despegó de Florida, el pasado viernes. La presión dentro del transbordador debe mantenerse más baja que en la ISS, para permitir que los astronautas que hacen los paseos espaciales pasen menos tiempo (45 minutos en lugar de una hora) respirando oxígeno puro, antes de cada paseo.