Un cortometraje iraní de ficción se impone en Zinebi por su sensibilidad artística Fallos de organización oscurecen la nueva etapa del festival cinematográfico bilbaíno

Reglamento

La película iraní Dou khahar (Dos hermanas), del realizador Bizhan Mir Bagheri, que narra en 18 minutos la historia de dos hermanas viudas de guerra, se impuso ayer en el palmarés de Zinebi, el Festival Internacional de Cine Documental y Cortometraje de Bilbao, al vencer en la categoría de cortometrajes de ficción y ser también elegida Gran Premio del certamen. El presidente del jurado, el director Antxon Ezeiza, destacó que Dou khahar se distinguió de sus competidoras por mostrar con gran sensibilidad artística sensaciones reconocibles por la mayoría de los espectadores. "Es una película que parece devolvernos a la fragilidad de los sentimientos", afirmó Ezeiza.El certamen, que llegaba a su 42ª edición, no logró sacudirse la languidez que ha sufrido en los últimos años. La utilización del nombre comercial Zinebi y la presencia del cineasta Peter Greenaway y la documentalista Barbara Kopple para presentar sus filmes en el Guggenheim no han conseguido la anunciada revitalización. Al final, la ausencia de Robert Altman, prevista inicialmente para el cierre del certamen, acabó por ensombrecer una edición que ha sufrido fallos de organización, como la falta de subtítulos de traducción en buena parte de las cintas a concurso. Según el director de Zinebi, Ernesto del Río, la empresa que desde hace 10 años se encargaba de la traducción no cumplió su compromiso por problemas internos.

Desde el jurado se crítico la sobrecarga de películas en las secciones competitivas (en total, 128). Uno de sus miembros, el colombiano Orlando Aguilera, señaló que la calidad media resultó "aceptable", pero, a su juicio, más de una de las películas no debía haber sido seleccionada.

Dou khahar rompió la unanimidad del jurado a causa de las diferencias en la interpretación del reglamento. Finalmente, se impuso la opinión de quienes creían que la merecedora del Gran Premio, debía doblar el galardón y ser elegida también la mejor de su categoría. La ternura y la sensibilidad del corto vencedor se diferenció del estilo dominante en el certamen, según Ezeiza. "Los cineastas nuevos hacen cine más sobre experiencias vistas que vividas", explicó. "Son películas de espectadores de televisión; reflejan una realidad de receptores de información".

Ezeiza señaló que el nivel de calidad fue más alto en los cortometrajes de ficción que en las categorías de documental y animación. El jurado apreció un trasvase de los grandes temas de documentales, como la emigración o los problemas sociales, a la ficción y un contagio del estilo informativo de televisión, en el que prima la inmediatez. "No sólo se debe ofrecer el verismo; el documental de cine debe ser algo más", dijo.

El mikeldi de oro documetal fue para Moglem byc czlowiekiem (Podría haber sido humano), de la polaca Barbara Medajska, y el de animación, para Endstarion: paradies, del alemán Jan Thüring. El Gran Premio del cine español correspondió a Peces muertos, de Gerardo Lemes, y el del cine vasco, a Hilarri, de Manu Gómez.