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Kerkorian frente a Schrempp

Si alguien podía agravar los problemas de DaimlerChrysler, es Kirk Kerkorian. El principal accionista individual, con casi un 5%, es un auténtico poder fáctico en Detroit. En 1980 puso el dinero para que Lee Iacocca salvara Chrysler de la quiebra, y, cuando su amigo Iacocca se marchó, se convirtió en amenaza permanente para el consejo. Esta semana, con una demanda ante los tribunales de Delaware en la que exige a DaimlerChrysler una indemnización de 8.000 millones de dólares (1,5 billones de pesetas) por supuesto fraude en la fusión, el multimillonario ha declarado la guerra a Jürgen Schrempp. Kerkorian alega que Daimler mintió a los accionistas cuando prometió "una fusión entre iguales", porque -como ha reconocido Schrempp- planeaba la absorción.Kerkorian, de forma involuntaria, facilitó la aproximación de Chrysler y Daimler. En 1995, Kerkorian y Iacocca lanzaron una oferta pública de adquisición (OPA) sobre Chrysler. El consejo, encabezado por Bob Eaton, la rechazó, y, al buscar apoyos, encontró a Daimler. Kerkorian retiró su OPA.

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Kerkorian, uno de los hombres más ricos de EE UU, ex boxeador y ex piloto de aviación, hizo su primer millón con una compañía de vuelos charter. Su negocio preferido son los casinos, y su cuartel general está en Las Vegas. Tiene 82 años. Cuando Daimler planteó la fusión, le pareció bien. Sus acciones (14%), por las que pagó 1.400 millones de dólares en seis adquisiciones escalonadas durante cinco años, pasaron a valer 2.900 millones. "Yo no quiero mandar en Chrysler", dijo, "mi único propósito es ganar dinero". Ahora está perdiéndolo. Su demanda ha sido secundada por al menos otras dos del mismo tipo en Alemania y tres en EE UU.

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