La Beneficència recorre la evolución del hombre a través de los objetos cortantes que ha inventado

Cortar, afilar, sembrar, arar, segar, horadar, seccionar, trepanar, acotar, cercenar o amputar. Son actividades inherentes a la especie humana. Forman parte de su cultura y de la finalidad de los numerosos instrumentos, desde piedras apenas afiladas hasta el láser empleado en oftanmología, que componen la exposición El tall de la cultura. La muestra recorre la evolución del hombre a través de los objetos cortantes que ha inventado y supone una muestra de la nueva etapa que emprenderá el Museu de Prehistòria y de les Cultures de València (Mupcva) en La Beneficència.

La exposición utiliza indistintamente fondos de los museos de Prehistoria y Etnografía sin un orden cronológico para proporcionar "una reflexión antropológica a partir de los intrumentos y la tecnología", según palabras de Joan Gregori, director del Mupcva y comisario de la muestra junto a Lluís Pasqual Benito. Se trata, de hecho, de una declaración de principios de la propuesta expositiva que pretende poner en marcha a partir del próximo año la Xarxa de Museus de la Diputación de Valencia, que dirige Enrique Pérez Cañamares. Se emplearán conjuntamente los fondos de los diversos departamentos, "unificando los recursos" y poniendo el "contenido científico al servicio del visitante", apuntó Cañamares. En abril se instalará la primera exposición permanente que ocupará 1.200 metros cuadrados. Las exposiciones, la mayoría de producción propia, se irán renovando con el fin de mostrar los ricos y cuantiosos fondos del Museu de Prehistòria y el Museu d'Etnografia que, hasta fechas recientes, se exhibían de manera independiente. Cañamares subrayó la colaboración con los departamentos universitarios de Prehistoria, Arqueología y también de Sociología y Antropología.

Este nuevo planteamiento museográfico ha levantado algunas reticencias en la comunidad académica sobre su conveniencia en relación a su rigor científico e investigador. No obstante, Cañamares, Gregori y Benito (profesor de la Facultad de Historia) defendieron la iniciativa y señalaron que forma parte de las nuevas propuestas museográficas extendidas en la actualidad.

En esta línea se inscribe El tall de la cultura. "De forma lúdica y sobre todo divertida, [la muestra] recoge una singular aportación acerca de la importancia de la aparición de la técnica en nuestra historia a través de la selección de más de un centenar de piezas e instrumentos", señalan los comisarios en la presentación escrita.

Las técnicas del corte en la evolución de la cultura son el eje de la muestra dividida en tres partados: Cortando la naturaleza se centra en la manipulación y transformación de la naturaleza como ponen de manifiesto los campos de cultivo; Trabajando el corte incluye los diferentes tipos de objetos cortantes en función del oficio y la finalidad a los que se destinan; El corte del cuerpo humano repasa desde las secciones del cuerpo por motivos rituales o de estética hasta los intrumentos inventados para matar, pasando por las incisiones del cerebro con fines curativos o de investigación.

La variedad de ingenios diseñados por la humanidad destinados al corte es inmensa. Sorprende, por ejemplo, el instrumento médico llamado cerebrótromo, utilizado para trepanar el cerebro. En este apartado se incluyen piezas del Museo Histórico Médico de la Universidad de Valencia, como la citada o los instrumentos utilizados por Santiago Ramón y Cajal durante su estancia en Valencia. El Museo Histórico Militar y el Museo Arqueológico de Gandia también han aportado algunas piezas a la muestra que incluye espadas, tallas, esculturas, aperos de labranza, rayo láser, cuchillos, lanzas y bayonetas, entre otras muchas.