Teruel parará hoy para pedir más inversiones del Estado
Será un paro, sin precedentes, de 24 horas; se extenderá por toda la provincia de norte a sur y se hace para reivindicar más inversiones en los Presupuestos Generales del Estado. Un año después de que comenzase a caminar el movimiento Teruel existe -el 1 de diciembre de 1999 realizó su primera protesta-, la provincia sigue pensando que está relegada y que el Gobierno central la mantiene en el olvido. La provincia quiere 10.000 millones más en los Presupuestos, para terminar la autovía Somport-Sagunto, mejorar sus comunicaciones por ferrocarril y evitar su desertización. Teruel tiene 136.000 habitantes que viven en 15.000 kilómetros cuadrados, y una de las poblaciones más envejecidas de España. El 30% tiene más de 60 años. Solo el PP no secunda la protesta.El paro de hoy, seguido por las grandes empresas de la provincia -ENDESA, Roland Ibérica, Induico, PYRSA-, las empresas mineras, la enseñanza, la función pública y los comercios está apoyada por los sindicatos y aunque la patronal no la secunda, a pesar de entender sus razones, comenzará a las ocho de la mañana con cortes de carreteras en la capital (N-330 y N-234); Andorra, Utrillas, Monreal del Campo (N-211), Calamocha, Alcañiz (N-232 y N-420) que pueden prolongarse durante dos horas.
Una cacerolada juvenil, de nueve a once de la mañana, recorrerá los barrios de la capital. A las doce se guardará un minuto de silencio en toda la provincia sólo roto por el toque de campanas. Los funcionarios de los Ayuntamientos de Huesca y Zaragoza secundarán ese tiempo de silencio. También lo harán los estudiantes de Huesca.
A las cuatro de la tarde, en la capital, un cortejo fúnebre medieval representará la muerte de la provincia, llegará hasta la plaza del Torico, donde se producirán concentraciones ciudadanas. De allí partirá una gran manifestación en la capital que finalizará en la plaza de San Juan. A las cinco de la tarde habrá otra manifestación en Alcañiz.
Trabajadores y empresas han llegado a un acuerdo sobre los servicios mínimos, y los costes de ese paro se repartirán entre trabajadores y empresarios.
