THE TIMES Paso a paso

Sin duda, el planeta se está calentando. El daño que cause la contaminación provocada por el hombre y lo que podamos hacer para resolver el problema fueron cuestiones que no avanzaron nada durante las fracasadas conversaciones de La Haya con motivo de la cumbre del clima. Aunque frustrante, no se puede decir que sea sorprendente. (...) Que no haya habido acuerdo no debe servir para menospreciar los esfuerzos diplomáticos hechos por el Reino Unido, reforzados por haber pasado semanas vadeando inundaciones con votantes arrasados. (...) Todos los damnificados cuyas casas están aún inhabitables clamarán a los gobiernos para que les protejan de otros hechos similares o aún peores en los próximos inviernos. En circunstancias así, el lenguaje emotivo de los ecologistas que dicen que "el mundo pagará con lágrimas" (...) representa la mayor amenaza para un futuro acuerdo. Sólo sirve para enmascarar la compejidad de los problemas y para crear un pánico en la gente que no es muy útil y que puede ser prematuro. En un discurso reciente, Tony Blair dijo que podemos ser "más ricos siendo más ecologistas", pero el problema clave para los acuerdos es la creencia de que el crecimiento económico y el desarrollo sostenido son objetivos excluyentes. (...) Todo el mundo acepta el principio de que reducir la contaminación es una importante obligación internacional (...) y no debemos asumir que el fracaso en La Haya sea una prueba de un fracaso a largo plazo en la cooperación global a favor del medio ambiente. Es aún muy pronto para decir tal cosa.Londres, 27 de noviembre