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Vizcaya multiplicará por siete las plazas de los centros de día para ancianos en cuatro años

La pirámide de la población vasca se está invirtiendo. La baja tasa de natalidad y el aumento de la esperanza de vida, -83 años para las mujeres y 74 años para los hombres- proyecta una sociedad diferente en un futuro cercano. En los próximos cuatro años, Vizcaya multiplicará por siete las plazas de los centros de día para ancianos (de 100 plazas a 700), uno de los servicios necesarios para atender a la creciente población mayor de 65 años. Ahora hay 53 centros de día en Euskadi, que ofrecen un servicio intermedio entre la asistencia domiciliaria y la residencia.

Contrariamente a lo que suele ser habitual en política, los responsables de Asuntos Sociales del Gobierno vasco no se plantean el horizonte de los cuatro años de legislatura sino de un plazo de 15 a 20 años a la hora de diseñar las políticas destinadas a la Tercera Edad. Y es que el aumento de la media de vida de los vascos está planteando ya demandas de servicios, que tan sólo son la punta del iceberg de lo que vendrá en los próximos años. "De cara al envejecimiento de la población, hay que tener una visión estratégica y trabajar a 15 o 20 años vista", comenta Anjeles Iztueta, viceconsejera de Asuntos sociales del Gobierno vasco, quien añade que esta materia requiere un planteamiento interinstitucional porque implica a todos los niveles de la Administración, Ayuntamientos, Diputaciones y Ejecutivo de Vitoria.

Esta viceconsejería ha elaborado una encuesta entre la población mayor de 65 años, que ya son uno de cada cinco vascos, para conocer sus demandas y opiniones. En lo que todos coinciden, incluida la Administración, es en la necesidad de "mantener a la persona mayor el mayor tiempo posible en su entorno", comenta Iztueta. Éste es el criterio general en torno al cual se organizan los tres servicios básicos para la llamada Tercera Edad: la asistencia domiciliaria, los centros de día y las residencias de ancianos.

El pasado 17 de octubre un decreto del Departamento de Justicia, Trabajo y Seguridad Social sentó la base legal para homologar las condiciones y los servicios que deben reunir los centros de día. Entre los servicios obligatorios que deben tener los 53 que existen y los que se abran en el futuro están el aseo personal y apariencia física de los ancianos, el transporte, la alimentación y la readptación de la vida diaria.

Sólo en Vizcaya, la previsión es multiplicar por siete la capacidad de estos centros y pasar de las 100 plazas actuales a 700. Y es que, pese a ser la provincia vasca más poblada, sólo cuenta con 11 centros, frente a los 30 de Guipúzcoa y los 9 alaveses.

Los centros de día se dirigen a los llamados mayores dependientes, "aquellos que tienen limitada su autonomía para desempeñar su vida diaria en un abanico de actividades que va desde hacer la compra hasta el aseo personal", señala José Javier Miguel de la Huerta, gerontólogo y director del centro de día Aspaldiko de Portugalete. Precisamente en este centro, se reunieron la semana pasada 150 especialistas de los ámbito público y privado para debatir sobre la asistencia a los mayores y el panorama que se perfila cuando las estadísticas dicen que en 2011 más de 20.000 vascos superarán los 80 años.

Ante esta realidad, la viceconsejería de Asuntos Sociales, parte de la consejería de Trabajo, prepara las directrices que luego se plasmarán en sendos decretos sobre asistencia socio-sanitaria y Alzheimer, por petición del Parlamento vasco.

Además, la viceconsejería ha elaborado un plan para responder a las demandas que conlleva el progresivo envejecimiento de la población. El citado plan incluye sanidad, asistencia, ocio y tiempo libre, financiación y pensiones, viviendas y comunicaciones y valores sociales. El séptimo apartado es el de la asistencia socio-sanitaria, un nuevo ámbito de actuación que viene marcado por el aumento de los casos de Alzheimer y otras demencias seniles y en el que, como en el resto de los apartados, hay mucho campo por cubrir desde los ámbitos público y privado.

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