La asamblea de IC-V deja manos libres a Saura para pilotar sin tutelas la nueva etapa del partido

Iniciativa per Catalunya-Verds (IC-V) pasó ayer página a la etapa de 13 años de Rafael Ribó como máximo dirigente del partido y encumbró en la presidencia a Joan Saura con una apoyo tan elevado -el 98,2% de la comisión política nacional- que le deja manos libres para elaborar una nueva ejecutiva a su medida y sin tutelas. Saura elogió la trayectoria de su antecesor, Rafael Ribó, que seguirá en primera línea, y en su primer discurso al frente del partido consideró indisociables sus dos grandes objetivos: reforzar IC-V para que "sume más" en un eventual Gobierno de izquierdas en Cataluña.

IC-V clausuró ayer en Barcelona su sexta asamblea en un clima de unanimidad. Ribó sacó adelante el sábado su último informe como presidente con el apoyo del 97% de los delegados y Saura, que ya obtuvo el respaldo del 92% en las primarias internas, fue refrendado masivamente por la nueva comisión política nacional, el máximo órgano entre asambleas. Saura obtuvo, en votación secreta, un apoyo del 98,2%: 171 votos a favor, uno en blanco y dos abstenciones.La asamblea, en cambio, no ha entrado en el reparto de papeles entre Saura y Ribó, que seguirá en los órganos de dirección y al frente del grupo parlamentario, pero tras la votación de ayer Saura tendrá manos libres para diseñar una dirección permanente (ejecutiva) a su medida. El nuevo presidente tiene la intención de reducir a la mitad este organismo y dejarlo en una treintena de integrantes. En principio, Jaume Bosch ejercerá de número dos, aunque probablemente sin rango de vicepresidente.

En su intervención, Saura quiso hacer un "reconocimiento especial" hacia Ribó. "He tenido la suerte de trabajar con él 14 años y espero hacerlo al menos otros 14 más", afirmó entre aplausos. "La existencia, el nacimiento y el futuro de IC-V son inseparables de Rafael Ribó", remachó el nuevo presidente.

Saura consideró que la asamblea ha servido para recuperar el "orgullo" de pertenecer a IC-V, que tras romper con IU ha visto reducir casi en dos tercios su respaldo electoral, y propuso vincular sus dos principales objetivos de futuro: reforzar el partido precisamente para contribuir con más fuerza a poner fin al Gobierno nacionalista de Jordi Pujol, que lleva 20 años como presidente de la Generalitat. "Que nadie tenga dudas de si sumaremos o no [votos a un Gobierno de izquierdas], el interrogante es cuánto sumaremos y nuestro reto es sumar más", exclamó el nuevo líder del partido.

En opinión de Saura, el futuro de Iniciativa está garantizado porque existen "miles de ciudadanos que desean la existencia de un partido de izquierda radical" en Cataluña que no se ven representados en el Partit dels Socialistes (PSC).

Recomposición

Para que esta formación de izquierdas sea viable, el nuevo presidente de Iniciativa se mostró dispuesto a contribuir a rehacer la "fragmentación del espacio" de la izquierda radical, que se dividió en 1997 como consecuencia de la ruptura con Izquierda Unida y la posterior creación de Esquerra Unida i Alternativa (EUiA). Fue ésta la única referencia a IU, hecha de paso y sin citarla explícitamente y, además, insistió en que no se estaba refiriendo a ninguna "unificación orgánica".

La otra pata de su discurso fue el deseo de que IC-V adopte una actitud de "participación activa en la construcción de una alternativa social y política al Gobierno de Jordi Pujol en Cataluña". "Somos una formación política de Gobierno y queremos estar presentes en el Gobierno de la Generalitat", recalcó Saura, quien hizo una precisión: "No queremos ser herederos de Pujol, queremos un cambio de fondo".