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Escuela callejera de tolerancia

Inmigrantes de Roquetas de Mar celebran la fiesta intercultural 'Con los cinco sentidos'

Se trataba de pasar la tarde con juegos, cuentos, comida y música y de conocer al otro, al inmigrante, como a un "igual" que tiene las mismas ganas de divertirse que la población autóctona. Por eso la asociación Promoción y Ayuda Fulbe-España, que en Roquetas de Mar funciona desde 1994, organizó ayer la fiesta intercultural denominada Con los cinco sentidos.La actividad, iniciada a las cinco de la tarde, arrancó con los cuentos de la guineana Rosa Abeme Otong Eyenga y la marroquí Naima Annakim, para seguir con juegos infantiles y una degustación gastronómica de comida africana. Por la noche un concierto con los grupos África Divo, música fusión árabe-flamenco, El Lunático Melómano y El Profesor Popsnuggle cerró la programación. Las jornadas contaron con la participación de una abrumadora mayoría de inmigrantes negros asociados a Fulbe y con una bajísima asistencia de autóctonos.

Para la ocasión la Diputación de Almería facilitó que los cuatro miembros del equipo que integra su programa de sensibilización para la integración de inmigrantes participaran en Con los cinco sentidos. Por su parte, el Ayuntamiento de Roquetas de Mar cedió la plaza de la biblioteca -aunque cortó el suministro de luz entre las 21.00 y las 22.00 para que el concierto no interfiriera en un recital programado en el interior de la biblioteca- además de enviar a dos monitores de la Concejalía de Deportes.

La escasa participación de la población no inmigrante, a pesar de la cartelería sufragada también por la Diputación Provincial, se produjo, a juicio de voluntarios que participaron en los actos, en la escasa implicación de la Administración. "Esto es algo que se hace desde abajo, no desde arriba. Surge de los propios inmigrantes, que ni siquiera saben a qué puerta pueden llamar para pedir ayuda. Lo más que reciben es un apoyo logístico y económico en cuanto a subvenciones, pero la interculturalidad queda todavía muy lejos", apuntó una voz crítica de la organización.

El mismo presidente de Fulbe-Roquetas de Mar, Youssouf Dieng, reconocía cierta impotencia en cuanto a su poder de convocatoria. "Lo de hacer la fiesta es porque queríamos hacer algo intercultural para que los niños tuvieran conocimiento de lo que existe a su alrededor. No sabemos dónde llamar para que venga más gente. Tenemos poca experiencia en estas cosas", aseguró.

Aún así, de los 40 niños que acudieron a la llamada de las historias contadas por Rosa y Naima, al menos la mitad eran nacidos en Roquetas que, al escuchar a las narradoras, pudieron conocer esquemas diferentes en torno a países como Guinea, Senegal o Marruecos. "Ellos tienen la idea de que al otro lado sólo hay miseria. Por eso cuento cuentos que reflejan al cien por cien la sociedad musulmana", explica Naima.

Su compañera Rosa, que trabajaba como docente en Guinea antes de llegar como refugiada a España en 1995, coincide en destacar las bondades de la tradición oral. "Esto me ha dado oportunidad de estar entre los niños y corregirles en lo que creo que debo. Muchas veces tienen argumentos de que el inmigrante es malo, de que roba y cosas así. Con nuestra presencia les hacemos ver que no", comentó.

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De este modo, no fue casual que Rosa eligiera una historia en la que un niño soñaba con "un mundo mejor", lleno de abundancia y sin miserias. Con los cinco sentidos quiso ser una suerte de primer ladrillo para construir el mundo soñado por el protagonista del cuento de la guineana.

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