Todos los días son 25 de noviembre
Las iniciativas y servicios para atajar la violencia contra las mujers debe ir acompañada, según la autora, de un gran cambio cultural
Diariamente tenemos noticia del maltrato y de las agresiones sexuales que padecen muchas mujeres por parte de sus maridos, compañeros sentimentales o familiares, pero sólo nos llega una pequeña parte de esa realidad; la mayoría de esas situaciones son ocultadas y no logran salir del entorno familiar donde se producen. Se calcula que únicamente se denuncian entre el 10% y el 30% de los casos.Además del gran perjuicio, a veces irreparable, que causan estos comportamientos en cada una de las víctimas con nombre y apellido, los fríos datos nos desvelan que el 20% de la población femenina mundial padece al menos una vez en la vida esta situación; que casi un tercio de las europeas sufren violencia doméstica y unas 5.000 mujeres y niñas son asesinadas; y que 130 millones de mujeres sufren mutilaciones genitales en el mundo.
Son razones suficientes para que hoy, 25 de noviembre, se conmemore el Día internacional contra la Violencia hacia las Mujeres, una llamada de atención para que cada cual desde su responsabilidad actúe y medie en la erradicación de este gravísimo problema.
La violencia contra las mujeres es una de las violaciones más graves de derechos humanos y es un problema social cuya solución nos implica a todas las personas, por lo que se hace necesario incluir en las estrategias para combatirlo tanto a mujeres como a hombres.
En el origen de esta violencia se encuentran las desiguales relaciones de poder entre mujeres y hombres. El maltrato no desaparecerá mientras las diferencias estructurales no cambien, mientras no se considere a las mujeres sujetos de derecho. Para ello se debe insistir, mediante la sensibilización y la educación, en el necesario cambio de mentalidades que posibilite una sociedad formada por hombres y mujeres libres que cuestionen el modelo actual de socialización responsable de estas situaciones.
En este esfuerzo también se proyectan las iniciativas sociales llevadas a cabo en torno a esta fecha que, desde el pasado año es considerada oficialmente por la ONU como Día Internacional contra la Violencia hacia las Mujeres. Cada vez son más las voces, y desde muy diversos ámbitos, que se unen para denunciar la violencia sexista, planteando nuevas actuaciones como la campaña internacional que nos llega del continente americano, "16 Días de Activismo Contra la Violencia hacia las Mujeres" -del 25 de noviembre al 10 de diciembre-, que cada año se extiende a más países; y también, en este mismo marco, la reciente convocatoria del Día Internacional contra la Mutilación Genital Femenina, el 29 de noviembre, propuesta por la europarlamentaria Emma Bonino.
Por otra parte, tan importante como la prevención y la sensibilización es que el problema trascienda más allá del pacto de silencio que suele rodear a estas circunstancias. Es necesario que salga a la luz, a pesar de lo costoso que es para quienes se ven en estas situaciones el pedir ayuda, denunciarlo o recurrir a algún tipo de asistencia; resulta imprescindible para que los poderes públicos pongan los mecanismos necesarios de asistencia y protección a los que estas mujeres tienen derecho.
En la Comunidad Autónoma Vasca existe una amplia red de servicios de información, jurídicos, psicológicos y asistenciales para tratar de paliar las consecuencias del maltrato y las agresiones sexuales, y se plantean además nuevas medidas dirigidas a conseguir una mejor y mayor protección a las víctimas, como el Protocolo Interinstitucional para la Mejora de la de Atención a las Mujeres Víctimas de Maltrato Doméstico y Agresiones Sexuales que hoy firman, convocados por el lehendakari Juan José Ibarretxe las personas representantes de las diferentes instituciones implicadas en la Comunidad Autónoma Vasca en este tema.
Se trata de un acuerdo institucional para la mejora en la atención a mujeres víctimas del maltrato doméstico y agresiones sexuales que determina una intervención coordinada y el establecimiento de procedimientos homogéneos de actuación por parte de los poderes públicos, con el fin de garantizar una protección sanitaria, policial, judicial y social, en estos casos.
A través de estas pautas de actuación se facilita a las víctimas, desde cualquiera de estas instancias a las que haya recurrido, información y asesoramiento respecto a los recursos que existen y se les acompaña en los trámites que necesiten realizar.
Sin duda alguna, todas estas iniciativas son necesarias para atajar la violencia contra las mujeres pero, debemos de acompañarlas de un cambio cultural profundo que nos lleve a unas relaciones de respeto e igualdad entre los seres humanos.
Txaro Arteaga Ansa es directora de Emakunde-Instituto Vasco de la Mujer.
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