El PSOE admite un "bloqueo" en el diálogo antiterrorista tras reunirse ayer con el Gobierno

Quizá no fuera ayer el día más adecuado para la primera reunión discreta del PSOE y del Gobierno tras la entrega hace 15 días del documento socialista sobre la lucha antiterrorista. El Ejecutivo despreció en público ese escrito. El socialista Alfredo Pérez Rubalcaba y el secretario general de la Presidencia, Javier Zarzalejos, no avanzaron ayer en nada, sino que su encuentro sirvió para que el PSOE considerara que hay una situación de "bloqueo" en su intento de firmar un acuerdo por escrito frente al terrorismo, extensible al resto de las fuerzas políticas.

El PSOE reitera su lealtad y apoyo al Gobierno en materia antiterrorista, pero insistirá en pedir diálogo en aras de la unidad de todos los partidos, en una línea política que inauguró el secretario general, José Luis Rodríguez Zapatero, en el mes de septiembre.La dureza que ayer mostró el presidente del Gobierno, José María Aznar, en sus matizaciones sobre la necesidad del diálogo con los dirigentes vascos del PNV es relativizada por los socialistas al tener información de que el Ejecutivo popular está pensando en tomar alguna iniciativa en los próximos días, cuando amaine la tensión política reinante ahora.

"Seguimos en lo mismo: pleno apoyo al Gobierno, petición al lehendakari Juan José Ibarretxe que convoque elecciones anticipadas, diálogo y consenso entre todas las fuerzas políticas y desde luego entre los Gobiernos central y vasco y todo para conseguir la paz y la libertad". Esta es la declaración del portavoz parlamentario del PSOE, Jesús Caldera, ante el malestar del Gobierno por su insistencia en pedir diálogo.

Manifestación de Barcelona

Al contrario que el PP, los socialistas interpretan que los ciudadanos de Barcelona que se manifestaron por el asesinato del ex ministro socialista Ernest Lluch pidieron a los políticos que hablaran. Sus compañeros catalanes y singularmente el presidente de ese partido (PSC), Pasqual Maragall, no ha dicho nada diferente que lo expresado por el líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero.En tono cordial discreparon ayer de estos asuntos el negociador habitual por parte del PSOE Alfredo Pérez Rubalcaba y el gubernamental Javier Zarzalejos. Hubo reproches en ambas direcciones. No le gusta al Gobierno que Maragall pida la dimisión del ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, en cuanto que también es candidato a la presidencia del Gobierno vasco y desagrada al PSOE que el vicepresidente primero, Mariano Rajoy, haga mofa del documento que los socialistas presentaron al Ejecutivo como base de un acuerdo por escrito. Además los socialistas fueron ayer especialmente antipáticos políticamente para el Ejecutivo en tanto que votaron en contra de la Ley de Extranjería y tampoco apoyaron al Gobierno en distintos artículos de la modificación de la ley del menor.

Así las cosas, no fue posible ayer ni lo será en los próximos días, según el PSOE, avanzar en la discusión del documento antiterrorista. Los socialistas, no obstante, tienen la información de que el Ejecutivo aguarda a que la tensión amaine, y que no pueda considerarse que actúa arrastrado por nadie para tomar una iniciativa política parlamentaria respecto a la lucha antiterrorista.

La proposición no de ley presentada por Izquierda Unida puede ser la percha para que el Grupo Popular a través de una enmienda transaccional haga su oferta de diálogo, siempre según la versión de la dirección del PSOE.