Un disco reúne 50 años de humor y de crónica social de Gila

"El secreto de mi humor radica en que es el mismo desde hace 50 años, es un humor que nunca se olvida ni de la gente humilde ni del mundo que le rodea". Miguel Gila (Madrid, 1919) presentó el miércoles por la noche en Madrid el disco homenaje Gila, 50 años de humor. El humorista reconoció que no le gusta la idea de una grabación con sus monólogos. "A mí no me gusta nada oírme. Yo no quería un disco, pero mi amigo Serrat se empeñó".

Grabado en directo en un local de Barcelona, Gila, 50 años de humor incluye algunos de los monólogos más conocidos de este humorista. Aquí Gila, Gila y su vida, Gila y el turismo, Antes y después de casados, Gila chismoso, Gila comparando, Gila paleto y Gila y su primo resumen la trayectoria de un hombre que ha conocido todos los medios: el teatro, el cine, la televisión, la radio, las salas de fiesta. Una grabación en directo a la que acudió el principal impulsor del proyecto, Joan Manuel Serrat, quien en el prólogo del disco habla de Gila como un "hombre bueno, cabal y generoso, compañero de caminos y de atajos, amigo de lujo que la vida me regaló"."Conozco a Serrat desde que él empezaba. Yo trabajaba en una sala de fiestas a la que él llegó pidiendo que le dejáramos actuar. El jefe me preguntó que si le dábamos a aquel chico una oportunidad y yo le dije que venga. Desde entonces somos amigos".

Gila presentó su disco visiblemente tocado por la muerte de Ernest Lluch. El cómico se emocionó al recordarlo y pidió disculpas por no encontrarse con "el mejor humor" esa tarde. A pesar de eso, hizo como siempre reír a los asistentes al acto. "Cada vez me gusta más el teatro", señaló, "no puedo dejar de actuar en directo. Desde que estuve en Argentina mi técnica cambió. Es una de las razones por las que no me gusta la idea de un disco, antes tenía más sentido pero ahora creo que no". Gila cuenta que cada vez que actúa se pone una nota y otra al público, "a su reacción". Lo hace desde el año 68 y guarda cada una de sus puntuaciones: "A veces no paso del cinco y otro incluso he llegado a ponerme un 15". Gila escribe cada día durante más de seis horas. Teatro, monólogos, cuentos, "de todo". "No puedo parar de escribir, miro a mi alrededor y se me ocurren miles de cosas".