_
_
_
_
_

Los toxicomános se pinchan tres veces menos de lo previsto en la narcosala

Los toxicómanos van tres veces menos de lo que esperaba la Agencia Antidroga a la narcosala de Las Barranquillas para pincharse. Ahora, al cumplirse los seis meses de la apertura de este dispositivo, las cabinas de venopunción se están utilizando 31 veces al día, frente a las 100 o 150 previstas. El consejero de Sanidad, Ignacio Echániz, resta importancia a este dato y destaca que desde mayo este servicio socio-sanitario, que califica de "satisfactorio", ha atendido 111 sobredosis, 68 "con riesgo de muerte".

"El funcionamiento de la sala de venopunción ha sido más satisfactorio de lo que preveíamos", aseguró ayer Echániz al hacer el balance de este servicio, apoyado por todos los grupos parlamentarios y las asociaciones de apoyo a drogodependientes, en el pleno de la Asamblea.En seis meses, según los datos del consejero, por la narcosala han pasado 1.499 drogodependientes de los más de 5.000 que acuden al poblado marginal de Las Barranquillas. En 3.881 ocasiones, los toxicómanos la han utilizado para inyectarse drogas; en 8.399, para recibir jeringuillas, y en 1.122, para recibir asistencia médica ordinaria. Se han atendido asimismo 111 urgencias por consumo de estupefacientes, 68 de ellas con riesgo de muerte.

El diputado socialista Eduardo Sánchez-Gatell calificó estos datos de "inevaluables". "La sala pretendía evitar la transmisión de enfermedades como el sida ofreciendo un lugar higiénico para inyectarse a los toxicómanos y para eso es importante saber cuántos tienen ya la costumbre de pincharse en ella. Pero Echániz no nos dice nada sobre eso", matizó.

Numerosos toxicómanos han acudido alguna vez a la narcosala. Pero es difícil encontrar alguno que haya adquirido el hábito de inyectarse en ella. Se quejan de que está situada a un kilómetro de la zona donde compran papelinas. "Vienes en una cunda y si bajas a la narcosala no te esperan para volver. Otras veces estás tan enmonado que te pinchas en la primera esquina", aducen.

Pedro Ortega, miembro de la ONG Universida, que acude todos los días a este poblado a repartir jeringuillas, asegura que, pese a que él y sus compañeros siempre aconsejan a los drogodependientes que usen la narcosala, su impresión es que apenas lo hacen. "Dicen que les queda lejos", añade.

Jorge Gutiérrez, presidente de la ONG Madrid Positivo y médico del centro para drogodependientes de La Rosilla, tiene la misma impresión. "La Agencia ha sido valiente instalando este dispositivo tan necesario, pero su uso es por ahora escaso. Quizá no se han agotado todas las estrategias para captar usuarios", concluye.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

El mayor uso de las salas de inyección se ha producido este mes, con 31 venopunciones diarias. En junio hubo 20 al día, 28 en julio, 15 en agosto y septiembre y 22 en octubre.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_