Vitoria inició una campaña en 1983

En Vitoria, donde se aplica una campaña de detección de fugas desde 1983, la sociedad municipal de aguas Amvisa asegura que "se ha bajado a un límite que no hay en ninguna otra ciudad en España". Así lo afirma su presidente, el teniente de alcalde José Antonio Pizarro. Según los datos aportados, referentes al año pasado, de los 24,5 millones de metros cúbicos de agua que salen de la depuradora de agua de Araca, se controló el 82,63%. El 17% restante se considera perdido. Pizarro asegura que las fugas sólo suponen un 6%, "pero el resto es culpa de las tomas fraudulentas de agua". Según afirma, hay usuarios que utilizan agua de la vía pública para regar jardines y huertas, sin el permiso pertinente.

En cualquier caso, el caudal que consigue tener controlada Amvisa ha sido el último año el mayor de los últimos ejercicios, pues en 1998 fue del 76,91%; en 1997, el 70,85%, y en 1996, el 73,20%. En cambio, el año en que se inició la campaña, en 1983, únicamente se controlaba el 52,64%.

En cuanto al consumo, cada hogar de Vitoria y su entorno usa 306 litros al día, considerado bajo. De hecho, apenas ha variado en la última década. En 1990, el año de las restricciones por la sequía en Euskadi, se consumían 307 litros.

La detección de fugas ha influido en el considerable ahorro de agua registrado en Vitoria, porque en 1983 el promedio se elevaba a 460 litros por habitante. Amvisa, que controla una red de conducción de 750 kilómetros, recuerda que el agua que gestiona llega a los hogares con una presión "alta".