Una tercera parte del agua de consumo se pierde por las fugas en las redes de distribución
El agua se sigue desaprovechando en Euskadi. En las áreas metropolitanas de los tres territorios, las fugas en las redes de conducción rondan una tercera parte de los recursos existentes. En el área de Donostialdea, los datos aportados hablan de un 32% de pérdidas, que en Vitoria se reducen a un 13%, "un límite que no hay en ninguna otra ciudad en España", aseguran en la sociedad Amvisa. En el caso del Gran Bilbao, los datos son contradictorios, pues el Consorcio limita las fugas al 5% pero el PSE las eleva hasta el 40%.
Las sociedades que suministran agua coinciden en que las pérdidas de la misma, lo que técnicamente se llama "consumo no controlado", se reducirán considerablemente en cuanto estas entidades asuman todo el control sobre el ciclo integral del agua. En la actualidad, los consorcios o mancomunidades gestionan desde la recogida del agua de la lluvia en los embalses hasta la salida "en alta" de los depósitos de distribución de los municipios. En ese punto, el agua tiene otro propietario. Previo paso por un contador que sirve para la facturación a los ayuntamientos, el agua es conducida hasta los domicilios a través de la "red de baja", que es responsabilidad de cada uno de los municipios.El control sobre el consumidor lo ejercen los municipios, aunque la tendencia apunta a que los consorcios vayan asumiendo paulatinamente el dominio sobre todas las etapas del agua, como así está sucediendo con el Consorcio de Guipúzcoa, que sirve en alta a los 68 ayuntamientos del suroeste de la provincia, de los cuales en 22 también interviene en la red de baja. La Mancomunidad del Añarbe, que integra a la capital donostiarra y los nueve municipios de su entorno, y la Mancomunidad del Txingudi (Irún y Hondarribia), por ahora, son meros vendedores de agua a los ayuntamientos. El 1 de enero de 2002, San Sebastián, Rentería y alguna localidad de esta zona podría ceder al Añarbe todo el control.
El Consorcio de Aguas de Guipúzcoa calcula que en las 22 localidades donde es dueño de todo el ciclo, desde el embalse hasta el contador del portal, se garantiza un consumo no controlado máximo del 25%, que el año pasado fue de 82 litros por habitante y día. En 1994, se perdían diariamente 143 litros por persona, que en los cinco últimos años han ido descendiendo gracias a las campañas sistemáticas de búsqueda de fugas y sustitución de contadores defectuosos.
Diversas vías de fuga
Las fugas se producen en las conducciones existentes entre los depósitos municipales y los contadores de las viviendas, industrias y locales comerciales. Lo que en términos técnicos se llama "agua no facturada" es la diferencia entre el volumen comprado a las mancomunidades por cada ayuntamiento y el vendido a los abonados. Lo empleado en bocas de riego para jardines, bocas de incendio, el baldeo de calles, en edificios municipales (escuelas, oficinas) que no llevan contador origina las pérdidas principales en la red. También se contabilizan en este apartado los errores de lectura de los contadores, el goteo de éstos, las tomas piratas en la red general y las pérdidas por fugas en la red.En el área de Donostialdea, la Mancomunidad del Añarbe sólo actúa en la conducción en alta, por lo que desconoce el volumen que se pierde en los diez municipios. No obstante, en San Sebastián (representa el 60% del padrón en esta comarca) se estima que las fugas ascienden a un 32% aproximadamente del total de agua consumida. El consistorio donostiarra, apunta el responsable de Aguas del Añarbe, Enrique Noain, "se ha puesto muy serio con el agua y ha conseguido frenar muchas fugas, aunque todavía tiene que hacer un mayor esfuerzo en renovar el parque de contadores".
En cuanto al consumo, el Consorcio de Aguas de Guipúzcoa prevé una media de 280 litros por habitante y día, mientras que en la zona de influencia de Aguas del Añarbe el gasto es notablemente mayor (351 litros). En el área del Txingudi, si se igualan las cifras de este último año, el consumo se aproximará a los 250 litros por persona y día.
En el área metropolitana de Bilbao, los datos sobre las fugas en la red de agua difieren según las fuentes consultadas. El Consorcio de Aguas Bilbao-Bizkaia, que ha ampliado su inicial gestión del área metropolitana y ya se encarga del abastecimiento de 53 municipios vizcaínos del agua que capta en los embalses del Zadorra, asegura que "prácticamente no hay fugas" en la red de conducción. "Los problemas se dan en la red de distribución de los municipios, que son instalaciones más antiguas. Todo lo nuestro es nuevo, como mucho tiene 25 años", asegura un portavoz oficial. Según sus datos, las pérdidas son del 5% en su red, por la que pasan 3,5 metros cúbicos por segundo. "Esta cifra suele ser el margen de error en los contadores y lo que se pierde en la evapotranspiración de los embalses", añaden.
El grupo socialista de Bilbao señala sin embargo que en la red del agua que llega al municipio "hay unas pérdidas del 40% del total" y recientemente ha reclamado actuaciones concretas para optimizar los recursos del agua. En cuanto al consumo en los hogares de Bilbao, las cifras apenas han variado desde 1980, según los datos del Consorcio. Si en ese año un hogar medio (compuesto por tres personas) consumía poco más de 117 metros cúbicos anuales, el pasado año fue de 121,02 metros cúbicos, lo que supone 332 litros diarios.
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