El Estado roza el equilibrio entre ingresos y gastos hasta octubre

El Estado ha cerrado sus cuentas hasta octubre con el déficit de caja (lo que realmente se ha pagado e ingresado) en 44.800 millones, una situación que roza el equilibrio presupuestario. La holgura en las cuentas públicas se produce gracias al aumento en la recaudación por los buenos resultados de las empresas, la creación de empleo y el encarecimiento del petróleo. En cuanto a los pagos, la inversión pública se ha recuperado algo y crecen de forma espectacular (un 38,1%) las transferencias a las comunidades autónomas.

Los resultados de caja (ingresos menos pagos realizados) vuelven a contrastar con los de contabilidad nacional (derechos de cobro menos obligaciones de pago) debido, sobre todo, a los cambios introducidos en la forma de computar los intereses de la deuda. Frente a un déficit de caja hasta octubre de 44.800 millones de pesetas, el saldo en contabilidad nacional es positivo en 774.000 millones de pesetas, el 0,8% del PIB.En un caso u otro se trata de resultados mucho mejores del objetivo fijado en los Presupuestos, pese a lo cual y aunque sólo faltan dos meses para el cierre del ejercicio, Hacienda mantiene sus previsiones. En el caso del saldo en contabilidad nacional, el objetivo es un déficit del 0,3% del PIB, es decir, unos 300.000 millones de pesetas, para el conjunto de las Administraciones públicas (Estado, Seguridad Social, comunidades autónomas y ayuntamientos).

El margen en los dos meses que quedan para terminar el año es muy elevado, pero el mantenimiento de los objetivos puede reflejar la existencia de pagos que se han de desbloquear antes de diciembre. La secretaria de Estado de Presupuestos, Elvira Rodríguez, explicó, por ejemplo, que en los pagos a la UE está pendiente un suplemento de 40.000 millones de pesetas. Esta cantidad adicional obedece a que la recaudación por IVA es más alta de lo estimado y por ello ha de ser más elevada la aportación a la UE.

Respecto de las previsiones y en lo que queda de año el Estado tiene un margen de tres billones de pesetas en los pagos y de dos billones en los ingresos. Es decir, el buen resultado hasta octubre responde más bien a que los pagos en caja están contenidos. Sólo crecen las trasferencias corrientes (un 13,6%) y la inversión (4,9%) y baja todo lo demás.

En cuanto a los ingresos destaca sobre todo el aumento de la recaudación por IRPF (6,9%) pese a la reforma, del impuesto de sociedades (un 11,3%) gracias a los altos beneficios de las empresas y del IVA (9,8%) como resultado, sobre todo, del aumento de las importaciones y el encarecimiento del petróleo.