Unos 5.000 interinos se manifiestan en Sevilla para exigir a la Junta estabilidad laboral
Unos 5.000 trabajadores interinos de la Junta de Andalucía, según los convocantes, se manifestaron ayer en Sevilla para exigir medidas que den estabilidad a sus empleos y el reconocimiento de derechos como el de la antigüedad. Médicos, docentes y administrativos unieron por primera vez sus protestas para hacer presión a la Administración autonómica. La actual plantilla de empleados interinos dependiente de la Junta asciende a 40.000 personas. Los grupos y sindicatos convocantes amenazaron con volver a movilizarse "si se mantiene" el grado de inestabilidad laboral en el colectivo.
Los diferentes colectivos de interinos de la Administración autonómica se presentaron ayer unidos en una manifestación que partió desde el Parlamento de Andalucía y culminó en la sede del Gobierno regional, en el Palacio de San Telmo. En ambos organismos hicieron entrega de un documento respaldado por el Sindicato Andaluz de Docentes Interinos (SADI), el de interinos del Servicio Andaluz de Salud (ASCISA), los de justicia y el de administración. En el texto solicitan la intervención personal del presidente de la Junta, Manuel Chaves, en el conflicto. Los manifestantes exigieron que la Junta asuma "el problema creado con el colectivo de interinos y el reconocimiento de la excepcionalidad histórica" del mismo. La solución pasa, según los afectados, por la creación de planes de empleo y de formación "que garanticen de por vida la estabilidad" de los puestos de trabajo. Para ello consideran necesario que las futuras ofertas de empleo público "respeten" los empleos ya ocupados por dichos interinos.
Reclamaron también "el compromiso de la Presidencia de la Junta para propiciar las modificaciones legislativas necesarias y aplicar una solución global y excepcional del problema", que afecta a 40.000 trabajadores "en precario", convertidos en "una mano de obra barata y sin derechos", según Rocío Luna, portavoz del colectivo de interinos de la administración de justicia.
Luna negó que la aplicación de la reducción de la jornada a 35 horas semanales en la Junta se haya traducido en una mayor estabilidad. "No se ha notado absolutamente nada", afirmó. La representante de los trabajadores acusó a la Junta de "falta de voluntad y valentía" a la hora de diseñar medidas que conviertan a los interinos en funcionarios de pleno derecho sin tener que aprobar unas oposiciones.
Con estas protestas los interinos dejaron en entredicho el acuerdo que hace un año firmaron la consejera de Gobernación, Carmen Hermosín, y los sindicatos mayoritarios. El llamado Pacto de Estabilidad en la función pública establecía convertir 3.200 interinos en funcionarios después de tener en cuenta la experiencia adquirida en sus puestos y los cursos de formación. Para dar cobertura legal al acuerdo, la Junta modificó el decreto 151, que permitía su aplicación a través de un concurso de méritos y oposiciones. Antonio Asenjo, representante del sindicato de docentes, cuestionó ayer este modelo.
El representante del SADI Ismael Magariños indicó a Efe que es preciso un nuevo modelo de acceso a la función pública que valore la experiencia docente. "El actual sistema", dijo, "basado en una oposición memorística, sólo beneficia a los compañeros recién titulados, con los que no podemos competir, ya que tienen más frescos los conocimientos y más tiempo para estudiar".
Por ese motivo, abogaron por la modificación de la ley a nivel estatal y el aplazamiento de las convocatorias de oposiciones. "En las actuales convocatorias se ofertan plazas que, hasta ese momento, ocupamos nosotros, por lo que nos echan a la calle, y además sin ninguna indemnización".
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