Birulés advierte a Telefónica de que no admitirá retrasos en la liberalización de las llamadas locales

La apertura de las llamadas locales a la competencia se producirá en enero próximo, y el Gobierno "estará vigilante" ante "cualquier intento de retraso" por parte de Telefónica. La advertencia fue efectuada ayer por la ministra de Ciencia y Tecnología, Anna Birulés, después de que la compañía alegara el pasado domingo la existencia de "importantes complicaciones técnicas y administrativas" para la apertura del denominado bucle local. Las declaraciones de Birulés provocaron una caída del 3% de Telefónica en Bolsa. La operadora reclama al Gobierno las normas que regirán la liberalización para poder negociar "con tiempo" con sus competidoras las condiciones bajo las que utilizarán su red.

La liberalización de las llamadas locales está prevista para el 1 de enero próximo, según lo dispuesto por la Comisión Europea para todos los países miembros. Si se cumple el calendario, que también está contemplado en un real decreto del pasado mes de junio, Telefónica perderá el último resquicio que le queda al monopolio que ha mantenido durante cerca de 75 años, ya que el desarrollo de las infraestructuras de cable de fibra óptica avanza a un ritmo lento y apenas se percibe la competencia de los nuevos operadores en el mercado de la telefonía local. Telefónica alegó el pasado fin de semana problemas de todo tipo para que la medida pueda aplicarse en la fecha prevista y ayer obtuvo una respuesta contundente por parte de la ministra de Ciencia y Tecnología, Anna Birulés.

Antes de pronunciar una conferencia en la segunda jornada de la mesa redonda organizada por la revista The Economist, Birulés advirtió a Telefónica de que el Gobierno estará "vigilante" para que cualquier "posible impedimento" sea subsanado y, sobre todo, "para que no haya ningún intento de retraso por parte de las compañías, en particular de Telefónica".

La ministra garantizó que la liberalización de llamadas locales "estará en vigor a principios del año próximo", ya que "tenemos mecanismos para que no haya excusas desde el punto de vista comercial". Al respecto dijo que se están realizando ya "pruebas piloto". En cuanto a las tarifas de interconexión entre las redes de unas y otras operadoras señaló que no están aún fijadas y que, en cualquier caso, deberán permitir la competencia y el desarrollo de inversiones.

En ese sentido, un portavoz de Telefónica señaló ayer al ministerio de Birulés como posible responsable de los retrasos que se puedan producir, ya que, hasta ahora, Ciencia y Tecnología no ha publicado el reglamento con las condiciones que regirán la liberalización de la telefonía local. Hasta ahora, el ministerio, que publicó en el BOE las condiciones de la tarifa plana para Internet y los bonos de telefonía local el mismo día de su entrada en vigor a primeros de mes, sólo ha remitido a la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) un borrador de reglamento para que remita un dictamen.

Las dificultades para que las nuevas operadoras (Retevisión, Uni2, Aló, BT, Grapes, Euskaltel y otras) puedan dar servicios metropolitanos a través de la red de Telefónica son notables. Las operadoras tendrán que acceder físicamente a las centrales de Telefónica e instalar sus propios equipos. Los problemas derivados de este acceso son tan básicos como los relacionados con el espacio o la seguridad, pues habrá que controlar quién accede a las instalaciones y quién se encarga de su mantenimiento.