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El juicio por las muertes en un geriátrico de Reus, visto para sentencia

El juicio por la muerte de dos ancianos del geriátrico Catalunya Llar de Reus (Baix Camp)quedó ayer visto para sentencia tras mes y medio de vista oral. Acusación y defensa expusieron sus argumentaciones en una densa sesión. El fiscal, Xavier Jou, aseguró que los propietarios del centro, el matrimonio formado por Glòria Pané y Josep Maria Mengual, "traspasaron la barrera de la imprudencia". El fiscal pide para ellos penas de 60 años de cárcel por dos delitos de homicidio, detención ilegal y una falta de lesiones. "No deseaban la muerte de nadie, pero sabían lo que hacían y podían prever el resultado" de la sobremedicación a que sometieron a, al menos, dos ancianos, según el fiscal. El informe del Instituto de Medicina Legal de Sevilla, expuesto por el catedrático Luis Frontela, es la base de la acusación del Ministerio Público. Jou defendió que este estudio fue el único que aportó cromatogramas y análisis exhaustivos de sangre y riñón de los ancianos fallecidos, que descubrieron que habían ingerido elevadas dosis de sedantes. Por el contrario, los análisis del Instituto Nacional de Toxicología no detectaron sobremedicación porque, según Jou, sus estudios "no fueron exhaustivos". El fiscal solicita también un año de cárcel para el médico del geriátrico, Pere Gomis, por imprudencia temeraria con resultado de muerte por el fallecimiento de un interno. La trabajadora Amelia Castellnou ha quedado libre de los cargos, porque no consta que administrara sedantes a los ancianos.

La acusación particular reitera la existencia de cuatro homicidios por los que pide penas de hasta 70 años de cárcel.

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