El obispo Sanus acusa a la Iglesia de no sintonizar con la sociedad

El obispo Rafael Sanus, cuya renuncia como auxiliar de Valencia por discrepancias con el arzobispo titular, Agustín García-Gasco fue aceptada oficialmente el pasado viernes por el Papa, afirmó ayer que la Iglesia española "no acaba de sintonizar con una sociedad radicalmente pluralista". Sanus hizo esas declaraciones al entrar a la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española, que se inauguró ayer y se clausura el próximo viernes.Sanus señaló que la Iglesia "no vive al ritmo que requieren los tiempos actuales, al ritmo que requiere la situación de la Iglesia Católica en España y en Europa". En cuanto a la Iglesia española, concretó que "no se acaba de sentir cómoda en esa sociedad". "No digo que tenga que bendecir lo que dice la gente, pero no acaba de aceptar, de conectar en creencias, ideas, moral, en religión, en todo", señaló.

Sobre su situación personal, manifestó que tras la muerte en accidente automovilístico del anterior arzobispo Miguel Roca Cabanellas y su sustitución por Agustín García-Gasco, hubo "un cambio de escena". "Uno se encuentra a gusto en el mar y de repente le colocan en medio del puerto. Se produce una cierta desorientación que se acusa", dijo Sanus, quien indicó que la "escalada" de algunos sacerdotes de la diócesis en el obispado no le había molestado, "pero sí me ha parecido inoportuna".

Sanus aseguró estar "dolido" por algunas interpretaciones periodísticas de su renuncia: "Han dado dos razones, una que es verdad, que me sentía marginado, y la otra que estoy resentido por no haber podido hacer carrera eclesiástica, lo que es falso porque nunca lo he intentado ni he tenido interés en ello, y me siento más agradecido porque me hayan nombrado obispo, nada más". Aclaró que piensa seguir viviendo en Valencia. "Es mi tierra," dijo.

[La dimisión de Sanus fue calificada a este periódico en Valencia de "valiente y profética" por sacerdotes que prefirieron conservar el anonimato. Sanus declaró que "es un valor fundamental la fraternidad y la unidad del cuerpo episcopal, y eso no existía".]