Zapatero pide un pacto social de forma "imperiosa" para la reforma laboral

La situación económica ha empeorado desde que el PP ganó las elecciones el pasado mes de marzo y el Gobierno no es capaz de reaccionar. El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, describió ayer así la situación y concretó esa "falta de impulso" en la política antiterrorista y en el proceso abierto de diálogo social. Existe, afirmó, la necesidad "imperiosa" de un pacto social para la reforma del mercado de trabajo. La negociación colectiva que ahora empieza "tiene algún síntoma que no produce tranquilidad", afirmó.

Rodríguez Zapatero participó ayer en la mesa redonda que todos los años por estas fechas organiza en Madrid la revista The Economist. Ayer le tocó el turno a los representantes de la oposición y para hoy está prevista la participación de miembros del Gobierno, entre ellos, los ministros de Economía, Rodrigo Rato, y de Hacienda, Cristóbal Montoro. Zapatero dividió su intervención en dos partes. Una primera en la que resaltó los dos grandes problemas con que se enfrenta el Gobierno: la escalada terrorista y el empeoramiento de la situación económica. En una segunda parte, leída, citó hasta cinco teóricos -Tocqueville, Pascal y Beck, entre ellos- para hablar de la "nueva economía", que el prefiere denominar "nueva sociedad". Concluyó que "no hay que satanizar ni glorificar la globalización" y que "hay que recuperar el protagonismo de la política".

Del secretario general del PSOE se esperaba, sobre todo, un analisis de la situación económica y sus alternativas, ya que el público de estas jornadas está formado, sobre todo, por observadores del mundo de la banca y la empresa. Zapatero resaltó en este aspecto que "la mayoría de los indicadores está algo peor que en marzo", fecha en que el PP ganó las últimas elecciones.

En contra de lo que se podía derivar de la mayoría absoluta alcanzada entonces por el PP lo que hay, en opinión de Zapatero, es "una falta de impulso político" por parte del Gobierno. Además del problema del terrorismo, el Ejecutivo debe de ser consciente, en su opinión, de la "imperiosa necesidad de un acuerdo social" que impulse la reforma laboral y que haga frente a los problemas de una negociación colectiva que "presenta algún síntoma que no produce tranquilidad".

En su tono habitual, Zapatero añadió que la situación económica actual presenta "claroscuros" y que la perspectiva actual es de "cierta inquietud". Se refirió a problemas como el de la pérdida de competitividad de la economía, la creación de empleo o el impulso a la investigación. "Hace falta más competencia, más libertad real y un Gobierno que gobierne, que tome decisiones, que afronte retos y que no se contente con el equilibrio presupuestario, sino que aborde los problemas estructurales del gasto público", concluyó el secretario general del PSOE.

El portavoz de Economía del PSOE, Jordi Sevilla, también recalcó la necesidad de un acuerdo social, aunque criticó que el Gobierno haya dado un plazo perentorio. "Han entrado como elefante en cacharrería exigiendo un acuerdo ya", dijo Sevilla, para quien el Ejecutivo debe "dejar a la autonomía de empresarios y sindicatos la capacidad de llegar a un acuerdo".

El diputado del PSOE calificó de preocupante "la politización de la vida económica en los últimos años" y resaltó que los cambios normativos aprobados "nos han llevado a tener el Gobierno más intervencionista de la democracia". Sevilla propuso en este sentido que los informes que emitan los órganos de defensa de la competencia sean vinculantes para el Gobierno.

También se mostró a favor de eliminar los denominados costes de transición a la competencia, el famoso billón de las eléctricas, como medida de "salud democrática" que permitiría reducir el recibo de la luz en un 4,5%.

El portavoz del PSOE en el Congreso, Jesús Caldera, también planteó una batería de medidas destinadas a favorecer la competencia. Por ejemplo, la aprobación en el Congreso de un estututo del usuario de servicios públicos.

El ex ministro de Economía Carlos Solchaga, arremetió por su parte muy duramente contra la actitud del Gobierno español en la reciente cumbre iberoamericana de Panamá. El debate sobre la firma de una declaración contra el terrorismo tapó, en su opinión, el análisis de la situación en el continente y de los graves problemas en varios países. "Acabar con el terrorismo es muy importante, pero los Gobiernos tienen su agenda y ésta no la deben marcar los etarras", dijo Solchaga.