Ocho menores marroquíes huyen de una casa de acogida al temer ser repatriados
La Junta niega que fueran golpeados en represalia, como ellos afirman
Ocho menores marroquíes huyeron el pasado viernes en dos ocasiones del centro de acogida Ángel Ganivet que la Junta de Andalucía tiene en Granada. La primera, al creer por error que iban a ser enviados a su país. La segunda -una vez devueltos al centro por las fuerzas de seguridad- después de ser "agredidos" por uno de los educadores que los cuidan, según relataron ellos mismos a la policía. La Delegación de Asuntos Sociales negó ayer que fueran golpeados, aunque admitió que existió "un forcejeo" y un altercado. La asociación de inmigrantes marroquíes Futuro ha pedido que se investiguen y aclaren los hechos.
En pijama y pantuflas
Los menores, de entre 12 y 16 años, habían llegado a España ilegalmente y se encuentran bajo tutela de la Junta de Andalucía por desamparo. El pasado día 17, hacia las 9.30 horas, huyeron del centro donde permanecen acogidos al temer, por error, que iban a ser devueltos a Marruecos. En realidad, Asuntos Sociales "los iba a llevar al consulado de su país en Algeciras para comprobar su identidad y si sus familias los habían reclamado", aseguró ayer la delegada en Granada, María José Sánchez.La Guardia Civil y la Policía Nacional localizaron a los menores y los ingresaron en el centro Ángel Ganivet, a excepción de dos de ellos que habían regresado voluntariamente. La asociación Futuro ha solicitado que se investigue si es cierto que el personal del centro no dejó entrar a estos dos niños, como ellos han asegurado a la policía.
Pero lo más rocambolesco estaba aún por llegar. Los menores volvieron a huir hacia las 23.30 horas. Las razones no están claras y las versiones de los niños y de la Delegación de Asuntos Sociales son contradictorias. Los jóvenes aseguran que uno de los educadores del centro golpeó a tres de ellos y todos volvieron a marcharse. María José Sánchez, explica, por el contrario que los menores se pusieron nerviosos y agresivos cuando la policía los devolvió al centro. "Se pusieron a armar jaleo, rompieron muebles y ventanas y tiraron cosas. Los educadores les pidieron que se calmaran y se fueran a dormir. Ellos se negaron y comenzó un forcejeo", relató la delegada.
Tras salir del centro situado en la colina de la Alhambra, al parecer en pijama y pantuflas, uno de los menores telefoneó al presidente de la asociación Futuro, Mostafa Bakkach, que los llevó a comisaria después de escuchar su versión. El propio Bakkach tradujo el testimonio de los jóvenes, que no hablan castellano, a la policía adscrita a la Junta de Andalucía. Agentes de este cuerpo devolvieron a los menores al centro, donde permanecen. Bakkach asegura que varios chavales tenían heridas y contusiones.El origen del error que incitó a los menores a huir por primera vez no está claro. Bakkach opina que algunos de ellos sabían que sólo iban a Algeciras y que luego retornarían a Granada. Pero otros creían que iban a ser devueltos a Marruecos. "La confusión y este último temor los llevó a abandonar el centro".
La delegada de Asuntos Sociales considera, por el contrario, que el propio Bakkach fue quien "soliviantó" a los menores y provocó su primera huida. El presidente de Futuro, que hace de intérprete para los jóvenes, "les dijo en algún momento que los iban a expatriar y por eso se asustaron", aseguró Sánchez.
La responsable de la Junta matizó que los menores "nunca se escaparon, ya que no están en el centro a la fuerza" y pueden salir libremente. Sánchez explicó que seguirán bajo la tutela de la Junta hasta que se localice a su familia, "a la que serán entregados si ofrece una ambiente adecuado".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Repatriación
- Inmigrantes magrebíes
- Expulsiones
- Acogida niños
- Tutela
- Campamentos acogida
- Deportación
- Niños
- Extranjeros
- Inmigración irregular
- Inmigrantes
- Cooperación policial
- Servicios sociales
- Política migratoria
- Sentencias
- Familia
- Inmigración
- Sanciones
- Migración
- Infancia
- Demografía
- Política social
- Juicios
- Proceso judicial