Sin aliento

Acceso gratuito

Tomás Moreno Romero, jerezano de 31 años, es más conocido como Tomasito. Con este nombre artístico viene desde muy niño creando estilo, ya que su forma de hacer es única y quizá irrepetible. Canta, baila, y fusiona el flamenco original -ya irreconocible en casi todo lo que hace, aunque sigue siendo su referencia- con toda suerte de otros géneros musicales.A lo que más nos suena lo que hace Tomasito es a eso que llaman rap, una especie de melopea acelerada que él canta y baila a mil por hora, con tal frenesí epiléptico que se queda, y nos deja, sin aliento. Es repetitivo y monocorde, pero tiene el mérito de que pone a la audiencia a llevarle el ritmo, y a bailar. Tiene su gracia. Y su público. Joven, por supuesto.

Dos grupos musicales, y de distinta naturaleza, completaron el programa. Cañadú descansa en las cuerdas, violonchelo y dos guitarras, con flauta y cajón. Sus composiciones se atienen con bastante fidelidad a los estilos flamencos, aunque su forma de interpretarlos nos aproxime más que nada a la música que llamamos "culta". Bulerías, fandangos, aires morunos... En esta línea obtienen a veces sonidos de indudable belleza, pero confieso que me gustaron más en ocasiones anteriores. En la oportunidad que comento tal vez se dejaron influir por un ambiente muy bullanguero, y sintonizaron con él.

Evidentemente, las dos sesiones programadas en la sala Caracol de este ciclo de Andalucía Más Música -la que motiva este texto y la que se celebró ayer con Lagartija Nick y otros dos grupos modernos- fueron pensadas para gente joven y con ganas de marcha. No sólo por las características de la música que cuantos intervinieron en las mismas hacen, sino porque además el local elegido tiene habitualmente un público juvenil y ni siquiera hay donde sentarse. El hecho de que en este ciclo organizado por la SGAE y la Fundación Autor el acceso a los conciertos haya sido gratuito, incrementó con toda seguridad la concurrencia sensiblemente, la cual fue masiva.El otro grupo, Color Flamenco, se decanta más hacia la fusión pop de muy diversas procedencias. Se mantiene la referencia a lo flamenco, pero también aquí debemos reseñar una cierta uniformidad conceptual perceptible sobre todo en la manera de interpretar, a tope de decibelios. Es un grupo numeroso, con cantaor, un bailaor y dos bailaoras; el cantaor está muy presente en todo lo que hacen, los bailaores sólo de vez en cuando, y la verdad es que no destacan especialmente. Interpretaron, entre otras cosas, el tema Gitano de fantasía, que da título al álbum que el grupo grabó recientemente, en el que todo me pareció de más calidad, sin duda porque en el estudio de grabación la producción puede cuidarse mucho mejor.