El Trambaix echa a andar mientras se ultiman las alegaciones al AVE
La implantación del tranvía del Baix Llobregat, que unirá la Diagonal de Barcelona con diversas poblaciones de esta comarca, dio ayer el paso que supone el disparo de salida. La Autoridad del Transporte Metropolitano (ATM) y la sociedad Tramvia Metropolità, SA, constituida el día anterior, firmaron el contrato para la redacción del proyecto, la construcción y la explotación del nuevo transporte. Albert Vilalta, ex secretario de Estado de Infraestructuras, será el presidente de la sociedad encargada de que el tranvía circule ya en el primer semestre del año 2003.
La Autoridad del Transporte Metropolitano y la empresa que ganó el concurso para la construcción de una línea de tranvías entre la plaza de Francesc Macià y el Baix Llobregat firmaron ayer el contrato que debe dar paso a las obras. El objetivo es que el nuevo modo de transporte sea operativo en el primer semestre del año 2003. La firma coincide con las últimas negociaciones entre el Gobierno catalán y el Ayuntamiento de Barcelona para lograr que las alegaciones al trazado del AVE propuesto por el Ministerio de Fomento coincidan en los máximos puntos posibles.Una idea tiene el apoyo de todas las administraciones catalanas: el AVE tiene que entrar en el aeropuerto de forma directa y no sólo con un desvío. Tanto la Administración autonómica como las locales (ayuntamientos y consejos comarcales) coinciden en que de ello depende el futuro desarrollo económico de Cataluña y su consolidación en la red europea de transporte.
El tranvía del Baix Llobregat arranca con la firma del contrato para su construcción
Tramvia Metropolità, SA, que nace con un capital de 4.400 millones de pesetas, cuenta como principal novedad con la apuesta decidida de la iniciativa privada por una empresa dedicada al transporte público. En la nueva sociedad están integradas Fomento de Construcciones y Contratas, Comsa, el Grupo Sarbús, el Banco de Sabadell, Alsthom, CGT-CGEA, Soler i Sauret, Société Générale y Acciona.El contrato firmado con la ATM estipula que la sociedad encargada de la ejecución y puesta en marcha del proyecto tendrá una concesión administrativa de 25 años para gestionar un sistema de transporte que, según sus cálculos, moverá un volumen anual de pasajeros que irá de ocho de millones en los primeros años a 20 millones -el 20% del tráfico que se registra en la actualidad entre Barcelona y el Baix Llobregat- en el 2015.
La construcción del tranvía del Baix Llobregat, también denominado Trambaix, requerirá una inversión de 36.000 millones de pesetas. La nueva sociedad tendrá cinco meses para redactar el proyecto ejecutivo de las obras, que tienen como horizonte de finalización el primer semestre de 2003.
El recorrido del tranvía será de 17 kilómetros. Constará de un ramal principal que partirá de la plaza de Francesc Macià de Barcelona y acabará en el centro de Sant Joan Despí, tras cruzar los núcleos urbanos de L'Hospitalet, Esplugues y Cornellà. En Cornellà, el Trambaix tendrá una estación intermodal que enlazará con otros sistemas de transporte, como el metro o Renfe. Otro ramal llegará hasta Sant Just Desvern y Sant Feliu.
El recorrido total podrá cubrirse en 25 minutos. Precisamente, el consejero de Obras Públicas, Pere Macias, defendió el tranvía como el sistema de transporte colectivo del futuro, entre otras cosas por su rapidez. Macias se apoyó en un estudio que señala que en trayectos inferiores a los seis kilómetros el tranvía es más rápido que el metro.
"La ATM tiene una fe absoluta en este medio de transporte", señaló el consejero. Y añadió: "Es el sistema que va adelante en el ámbito europeo, y Barcelona y su área metropolitana no pueden quedarse atrás. Es una de aquellas anillas que te unen a la modernidad". El consejero, sin embargo, no avanzó si el tranvía prolongará su recorrido a través de la Diagonal "porque la ATM está esperando el estudio de viabilidad". En realidad, los estudios que se están realizando sobre el tranvía apuntan varias posibilidades: que el tranvía circule por la superficie desde Francesc Macià hasta las Glòries, que sea soterrado en ese tramo -opción que defiende el Ayuntamiento de Barcelona- o que esté soterrado desde Francesc Macià hasta Verdaguer y desde allí, otra vez por la superficie, hasta las Glòries. El tramo entre las Glòries y el final de la Diagonal también está en fase de estudio.
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