Miles de delegados de UGT protestan por los sueldos de los funcionarios

Una semana de plazo

Más de 6.000 delegados de UGT, según el sindicato (4.000, según la policía) recordaron ayer en las calles de Madrid su descontento por la subida salarial de los funcionarios para 2001. El Gobierno ha fijado un aumento del 2%, cuando la inflación ha alcanzado ya el 4%. La manifestación de ayer fue el preludio de la huelga general a la que están convocados los funcionarios los días 14 y 15 de diciembre por este mismo motivo. Las protestas comenzaron por la mañana, pero continuaron por la tarde con concentraciones en todas las provincias españolas.Los delegados de UGT, procedentes de toda España, entregaron a los grupos políticos del Congreso de los Diputados más de 200.000 firmas a favor de las demandas de los funcionarios públicos. Con esta medida, Julio Lacuerda, secretario general de Servicios Públicos de UGT, subrayó que el sindicato persigue un objetivo claro: "Hacer residir en la responsabilidad de los diputados medidas que garanticen para 2001 que los empleados públicos de nuestro país no sigan perdiendo poder adquisitivo". Una demanda que choca con la postura del vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía, Rodrigo Rato. En su opinión, es "imprescindible" que se mantenga la moderación salarial y de beneficios para que los altos precios del petróleo no repercutan negativamente en la economía. Rato advirtió de que el Gobierno "actuará" en política salarial y en el gasto público.

Comisiones Obreras no se sumó ayer a la concentración de la mañana porque lo hará el próximo día 23 junto con el sindicato de los funcionarios, CSIF. Las tres centrales representan a más del 75% de los funcionarios.

Mientras los empleados públicos defendían el poder adquisitivo de sus salarios, la cúpula de UGT acortaba los plazos que concede al Gobierno y a la patronal para que se definan sobre el diálogo social. "Somos nosotros los que exigimos que la próxima semana clarifiquen sus posturas", señaló ayer el secretario general de UGT, Cándido Méndez. Méndez reiteró la voluntad negociadora del sindicato, pero amenazó con un diciembre agitado si la postura del Ejecutivo no le satisface. "Diciembre va a ser un mes claramente de movilizaciones. Pero el horizonte de éstas depende de cómo se lo plantee el Gobierno". Los sindicatos no quieren concretar en qué consistirán sus protestas hasta saber qué decide el Ejecutivo con respecto a la anunciada reforma laboral. El Ministerio de Trabajo impondrá su modelo de reforma si patronal y sindicatos no logran consensuarla. UGT y CC OO se reúnen hoy con la patronal y el próximo 22 de noviembre con representantes del ministerio.