Sudupe dice que el 'Plan Guipúzcoa 2003' es la vía para estar "en cabeza" de la UE

El diputado general de Guipúzcoa, el peneuvista Román Sudupe, presentó ayer en sociedad el Plan Gipuzkoa 2003, elaborado hace exactamente un año e incluido ya en los presupuestos forales de 2000, como la receta que traerá el progreso económico y social a esta provincia hasta situarla "en el pelotón de cabeza de Europa". El plan contiene una batería de actuaciones por importe de 82.774 millones de pesetas (497,5 millones de euros), de los que el 66% se destinará a construir y mejorar carreteras y otro 15%, a políticas sociales.

El contenido del Plan Gipuzkoa 2003, cuyos 82.774 millones de inversión de financiarán a lo largo del cuatrienio de su ejecución fue desmenuzado por el diputado general en el vestíbulo de la primera planta del Kursaal, ante unos 300 representantes de casi todos los ámbitos de la sociedad guipuzcoana. Arropado por todos los diputados forales, Román Sudupe calificó dicho plan como la pauta a seguir por Guipúzcoa para "dar un salto cualitativo" y convertirse en "una referencia no sólo para Euskadi, sino también para Europa".La Diputación se ha fijado los retos de "impulsar el desarrollo económico" de la provincia y "mejorar la calidad de vida de los ciudadanos" a través de un paquete de actuaciones inspiradas en tres ideas: "La modernización del territorio", "el fomento de la cohesión y la solidaridad social" y "medidas a favor de la cultura y el medio ambiente".

Sudupe afirmó que, aprovechando la actual "coyuntura económica favorable", Guipúzcoa debe apostar por "mejorar su competividad", para lo cual "la única posibilidad radica en la capacidad que tengamos para desarrollar las nuevas tecnologías y adaptarnos a la economía del conocimiento".

Carreteras y ayuda social

Además de la apuesta tecnológica, explicó Sudupe, Guipúzcoa tiene que paliar el "déficit histórico" en infraestructuras viarias, tanto en las conexiones internas como con Europa. La complicada orografía y la "nula atención prestada por el Gobierno central" exigen un desembolso de 55.000 millones en cuatro años, sin contar otros 65.000 millones que el Ejecutivo foral necesita para terminar la Éibar-Vitoria (A-1), construir el segundo cinturón de San Sebastián y ampliar a tres carriles la Bilbao-Behobia (A-8). Sudupe volvió a recordar que estas carreteras se costearán "con la aportación de los usuarios". El reto de la modernización se acompasará con la aplicación de un paquete de medidas en favor de la inserción social y planes para mejorar la calidad de vida de los ancianos y las personas con minusvalías, para lo cual se emplearán 12.553 millones.El plan estratégico incluye también el desarrollo de la comarca de Pasaialdea, la lucha contra el fraude fiscal, la mejora de las infraestructuras hidráulicas, la repoblación forestal y un conjunto de ayudas culturales para los museos Naval, de San Telmo y Balenciaga.

Sudupe terminó refiriéndose a la paz como "la apuesta con mayúsculas". Afirmó que "la violencia de ETA y sus apoyos" sólo son "un intento de imponernos a todos los demás, manu militari, su pensamiento y su proyecto". La paz, a su juicio, exige "firmeza en contra de ETA y flexibilidad y diálogo sosegado entre todos los partidos políticos", para lo cual también abogó por "acabar con la crispación política".